La alcaldesa de Los Corrales de Buelna, Mercedes Toribio (PP), ha dictado una orden esta semana dirigida a la Policía Local por la que los agentes no se podrán acercar a la Jefatura fuera del horario de trabajo. Ayer mismo explicó que se trata de «medidas de amparo a la gran mayoría de la plantilla que pide protección en el cometido de sus funciones», medidas que pretenden «evitar enfrentamientos, como el sucedido esta semana, entre agentes de servicio y otros, los menos, que utilizan la Jefatura como trampolín para otras actividades».

La alcaldesa insistió en que son medidas «para mantener el buen ambiente de trabajo que se ha recuperado en los últimos años» en el Ayuntamiento. Y reconoció que la orden es genérica «para no apuntar directamente a nadie, aunque solo son unos pocos los que hacen corrillos para crear mal ambiente en el trabajo». Afirmó que «la persona que no esté trabajando que no vaya a la Jefatura, y menos a interrumpir o provocar a otros compañeros». E insistió en que «se ha recuperado el compañerismo y no voy a permitir que unos pocos, cada vez más aislados, entorpezcan ese buen ambiente».

No es la primera norma dirigida en un sentido semejante a la Policía Local. La primera, hace un mes, ordenaba a los agentes no acceder a las dependencias municipales sin causa justificada. En este caso la alcaldesa explicó que lo que se ha hecho es «lo mismo que se prohibiría a cualquier trabajador, pasear por dependencias municipales en horario de trabajo, deambulando sin ningún cometido, una decisión que no tiene más trasfondo», dijo.

Señaló que esa primera orden tiene la misma premisa que la anterior, mantener el buen ambiente de trabajo, «sobre todo teniendo en cuenta que incluso ha tenido que intervenir la Guardia Civil en alguna ocasión por el acoso al que se veían sometidos los trabajadores». «Cuando la presencia, en cualquier lugar, de la Policía Local está justificada, no hay ningún problema», añadió, para incidir en que «de cualquier forma, son decisiones que asumo personalmente».

UGT discrepa

A quien no ha sentado bien es a la sección municipal de UGT. La nueva orden ha disparado las protestas del sindicato al entender que «traspasa los límites profesionales y se introduce en los particulares». Además, señaló el sindicato, también «interfiere en nuestra representación sindical, además de controlar hasta nuestra vida privada».

El sindicato ve contradicciones entre las órdenes. Explica que si la primera recogía que determinadas gestiones había que hacerlas en la Jefatura y no en el Ayuntamiento, «la segunda orden contradice la primera, impidiendo el acceso a esa Jefatura fuera del horario de trabajo». Añade que también contradice el trabajo habitual «para gestiones en las que, por ejemplo, necesitamos documentación para comparecer ante la Justicia».

Respecto a la primera orden, recordó que está recurrida por dos agentes y el sindicato UGT desde el 23 de noviembre. Y achacó ambas a la «manipulación de Mercedes Toribio para arrinconar UGT».

Afirmó que «si la mínima parte somos los que nos dedicamos a cumplir con nuestro trabajo o no pedimos ni un día de baja durante todo el año, estamos orgullosos de ser ese grupo minoritario», frente, añadió, «a los buenos, los que ponen una sola multa al año».