En los últimos días se han multiplicado las agresiones al patrimonio de Los Corrales de Buelna con grafitis que afean cuando no dañan elementos notables como la iglesia de San Juan, junto a la casa familiar de los Quijano, o la Cruz de los Caídos, en pleno centro de la localidad. En el primer caso ha aparecido un gran grafiti junto a la entrada exterior al templo, en el casco histórico de Los Corrales, muy cerca de otro edificio, el palacio del Conde Mansilla, que sufre de continuo las pintadas en una entrada lateral. Tanto lo ha sufrido que los responsables del cuidado de esa casona del siglo XVII se han mostrado en más de una ocasión "hartos" de limpiar las pintadas que se hacen en la fachada que da al noroeste, lo que fue uno de los accesos al interior del edificio.
En cuanto a la Cruz de los Caídos, un monumento que en julio cumplió sus 80 años de historia, no es la primera vez que aparecen pintadas en la columna vertical, en este caso en las cuatro caras.
Puertas a los palacios del casco barroco, paredes, monumentos, edificios públicos y privados están siendo objeto de pintadas que no han dejado indiferente al equipo de gobierno. De hecho el concejal de Servicios Municipales, José Manuel Martínez, ha advertido de que a los autores de pintadas en los lugares públicos con cámaras de vigilancia, como los nuevos edificios de la plaza de la Constitución, se les notificará su 'proeza', a ellos o, en caso (por lo general) de que sean menores, a sus padres.
La Policía Local también sigue los pasos de los grafiteros. Este mismo año los agentes abrieron diligencias contra dos jóvenes de Los Corrales, investigados por un presunto delito de daños como consecuencia de varias pintadas en lugares públicos. La Policía pudo estrechar el cerco sobre los posibles autores gracias al estudio y análisis tanto de los nuevos grafitis como de la base de datos y ficheros que viene realizando la Policía Local desde hace años.
