Cáritas Parroquial de Los Corrales de Buelna ha recibido "un soplo de aire fresco" este martes de la mano de la Fundación Social y Deportiva Bathco (Fusodeba), solidarizada con la difícil situación que está atravesando la institución por el incremento de las familias que requieren su ayuda y la subida generalizada de precios. Algo que viene haciendo desde hace años por Navidad y que este año duplica con la importante aportación que ya hizo la pasada primavera.

El presidente de la organización, Ramiro Pérez, declaró que "estas aportaciones nos están dando aire estos años en momentos críticos como el actual". Más aún, reconoció, cuando se acerca la Navidad y desde Cáritas quieren que en todos los hogares "haya algo especial". Tanto es así que Pérez afirmó que "con esta entrega garantizamos no solo la entrega de alimentos, aportamos el aliento que en estos momentos necesitan tantas personas".

Sobre la situación económica que vive la institución, su presidente dijo que "sigue siendo preocupante, pero es cierto que están llegando aportaciones importantes como la de Bathco o la de CaixaBank, que ya lleva 9.000 euros entregados, 3.000 por año, una ayuda esencial para mantener nuestro apoyo a las familias". Ayudas a las que se suman los 2.000 euros que el Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna comenzó a dar el año pasado. Y nada más, porque el resto corre de la cuenta de la solidaridad de vecinos, comerciantes y empresas.

La situación de Cáritas Parroquial de Los Corrales de Buelna es crítica, como no lo había sido en la larga historia de una institución que en ese tiempo ha ayudado a miles de vecinos a sobrellevar los peores momentos de sus vidas. El aumento semanal de personas necesitadas de su ayuda y el alza general de precios ha provocado un déficit que ronda ya los 20.000 euros. Hace un año Cáritas daba apoyo a un centenar de familias. Ahora son 116, y "cada semana llega alguna más", con lo que son ya cerca de 500 personas. "Ahora mismo, cerca del 5% de la población de Los Corrales de Buelna están en el umbral de la pobreza", decía Pérez.

Lo decía anotando, junto al tesorero, Fernando García, y el párroco, Francisco Lledías, los lotes que componen la aportación de la Fundación Fusodeba, muchos de ellos distintos a los que suelen incluir las cestas que se reparten cada semana "para poder variar las entregas navideñas", explicaba Ramiro Pérez. Son 50 botes de 700 gramos de cacao instantáneo, 100 de 780 gramos de tomate triturado, otro centenar de botes de 250 gramos de guisantes, otros tantos de 440 gramos de judías verdes, de 400 gramos de garbanzos y alubias cocidos, 100 kilos de lentejas, de alubias blancas, 100 kilos de espagueti y otros tantos de macarrones, de aceite de girasol, de azúcar, de harina de trigo, 100 paquetes de tres latas de 140 gramos de piña en rodajas, otros tantos packs de tres latas de atún claro en aceite de oliva y los mismos lotes de champiñones laminados,100 botes de 480 gramos de melocotón en almíbar, otros 100 del mismo peso de cóctel de frutas en almíbar, 100 lotes de dos latas de sardinillas en aceite, 100 latas de albóndigas de pollo, un centenar de paquetes de café molido natural de 500 gramos, 100 paquetes de galletas María Dorada de 800 gramos, de chocolate con leche de 125 gramos y 100 tarros de 330 gramos de mermelada. Además, 100 tabletas de 250 gramos de turros de Xixona y otras tantas de Alicante más un centenar de paquetes de 300 gramos de figuritas de mazapán. Cerca de 1,4 toneladas de alimentos de primera necesidad. "Más que un gesto", alabó el párroco.

Con la sonrisa en la boca los voluntarios de Cáritas aplaudieron la entrega. "Junto a lo recogido en los supermercados hace unos días y la Operación Kilo tenemos suficiente para cubrir la campaña de Navidad, enero y parte de febrero. Suficiente para no tener que hacer grandes inversiones de dinero en la compra de esos alimentos", dijo Ramiro Pérez.