Los Corrales de Buelna está padeciendo desde hace meses lo que el concejal de Obras y Urbanismo, José Manuel Martínez, ha calificado como "vandalismo crónico" contra el que, ha dicho, "tenemos que pedir la colaboración ciudadana, porque si no esos actos quedarán impunes y esa gente incívica pensará que puede hacer lo que quiera sin respeto a nada ni nadie, que nuestro trabajo para mejorar la calidad de vida no sirve para nada". El concejal ha lamentado personalmente una situación contra la que también se ha pronunciado todo el gobierno municipal, lamentando "la insensatez de quienes se dedican a destrozar, afear o poner en peligro el patrimonio de todos, haciendo que seamos los vecinos los que tengamos que pagar, a la postre, esos daños".
Esta vez han sido nuevas aceras pisoteadas antes de fraguar el hormigón, macetas que decoran las calles del pueblo rotas y las plantas por los suelos y pintadas en edificios y monumentos, públicos y privados".
Mobiliario y colchones en los puntos de recogida de residuos se están haciendo tan habituales que, según el gobierno, "peligra el hecho de que lo veamos como normal, cuando no lo es". En esa misma línea han remarcado que "el hecho de que las madrugadas sirvan para atacar macetas, espejos o señales, tirar papeleras al río o pintar fachadas no puede convertirse en algo normal, es lo que hay que evitar, porque ese comportamiento incívico de unos pocos tiene que tener una respuesta, una respuesta que depende de todos nosotros". Así lo remarcó José Manuel Martínez, afirmando que esa colaboración ciudadana será "totalmente anónima".
En relación a los desperfectos en las aceras, afirmó que "todos estos daños suponen un dinero, hay que levantar la acera y volverlo a hacer. Si nos gastamos ese dinero en cambiar lo que hemos hecho no lo podremos gastar en otra zona. La parte de acera que reharemos ahora es un trozo de acera que no podremos hacer en otro sitio".
Desde el equipo de gobierno han rematado sus declaraciones asegurando que "lo público es de todos y todos tenemos el deber de defenderlo, de cuidarlo, especialmente frente a aquellos que desprecian ese patrimonio común. Por eso, una vez más, solicitamos la colaboración ciudadana para, cuando menos, que las personas que se dedican a dañar ese bien general, asuman la responsabilidad que les toca, económica y social, y con ello, ir poniendo fin a los repetidos ataques a ese patrimonio común".
