El Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna ha dado el visto bueno para el inicio esta semana del último plan de asfaltado de la legislatura, adjudicado a dos empresas, Cannor y Opsa, por 102.402 euros, cerca de un 20% inferior al precio de partida. Esta semana se acometerán las actuaciones necesarias para preparar las calles sobre las que se extenderá el asfaltado a partir de la semana próxima. En total serán 14 calles del municipio, uno de los planes más ambiciosos de la legislatura, según avanzó ayer el concejal de Obras e Infraestructuras, Serviliano González. Explicó que el proyecto tiene un plazo de ejecución de 22 días con lo que antes de final de noviembre se espera poner fin a la última fase de un plan que, a lo largo de la legislatura, "ha mejorado el pavimento de más de la mitad del municipio", dijo González.

Para esta última fase, una de las más completas de este ejercicio, se han elegido las calles en peor estado, algunas de ellas, de tierra y sin pavimento y muy estrechas, tanto que requerirán maquinaria especial, dijo. Entre otras, las beneficiadas serán la Calle Ramón y Cajal, junto a la rotonda, la calle Guzmán el Bueno, Miés del Agua hasta la calle Torres Quevedo y algunos accesos a viviendas, el interior del complejo deportivo, en la zona del nuevo rocódromo y el graderío principal, la calle Los Palacios, la calle San Benito y Pizarro, contigua a San Benito, la calle Almirante Pero Niño, del cuartel viejo a las vías del tren, la calle Castilla entera, hasta Almirante Pero Niño, la Avenida Condesa Forjas de Buelna, de las vías a la Hoya, la pista de la Fábrica, para mejorar una vía en la que se han hecho algunas obras desde el puente al colegio, la calle San Fernando, hacia Nuestra Señora de las Caldas, y una calle terrosa perpendicular a San Fernando, y calles de San Mateo en tierra en las que se ha estado extendiendo todo uno en los últimos años sin buenos resultados, por lo que se ha optado, dijo Serviliano González, por asfaltarlas.

En cuanto al desarrollo de las obras, adelantó que avisará con tiempo a los vecinos de cada calle para que retiren los vehículos estacionados con el objeto de agilizar la obra y provocar las menores molestias posibles a la empresa, el tráfico y los peatones.

Tras el asfaltado, serán los operarios municipales los que se ocupen del acondicionamiento de las arquetas y la señalización horizontal completa de cada calle. "Gastaremos todo el presupuesto en el asfalto, para llegar a más sitios". Aunque también reconoció que la pintura de las calles por los operarios municipales, "con mucha experiencia", facilita también la reordenación de plazas de aparcamiento y nuevas y más completas señalizaciones.