El valle de Buelna será la sede permanente de un proyecto de ocio dirigido especialmente a los jóvenes y que pondrá en marcha este verano la empresa Asturjoven, con una larga experiencia en el sector. Ese proyecto aprovechará la finca de las Bárcenas, al norte del valle, en el municipio de San Felices de Buelna, y la que fue Casa de Ejercicios de los padres dominicos de Las Caldas de Besaya, propietarios también de un terreno que se extiende a lo largo de unos 40.000 metros cuadrados, con jardines, amplias zonas verdes e incluso un pequeño bosque de eucaliptos bordeado por el río Besaya, las vías del tren y la carretera Nacional 611.

En ese gran solar se hará realidad un plan que prevé en principio aprovechar el edificio principal como albergue y centro de operaciones, además de la construcción de un parque de recreo multiaventura en la zona de bosque, cabañas, piscinas o campos de fútbol, como destacaba ayer el padre Maillo, uno de los responsables del Santuario de Las Caldas de Besaya. La inversión rondará el millón de euros y las previsiones apuntan a que los primeros pasos de ese negocio se darán este verano. La empresa aportará su personal técnico y contrataría a personas del valle para tareas de apoyo, mantenimiento y hostelería.

La situación de la finca, junto a la Autovía de la Meseta, su extensión y la presencia de un gran edificio que servirá como albergue han sido decisivas para que la empresa asturiana se decida por Cantabria. Y el proyecto que presentó y su experiencia fueron decisivos para que los dominicos se decantaran por Asturjoven.

Los propietarios del terreno tenían claro que no podían dejar que terminarán cayéndose los edificios que se levantan en esa gran finca o que se deterioraran aún más los jardines, por lo que aprovecharon Internet para darlo a conocer y ofertar la gestión de su explotación. El padre Maillo comentó que recibieron varias ofertas, para utilizar el solar como plantío o reflotar lo que fue, en su último periodo, el edificio principal, una residencia para mayores. Pero la oferta de Asturjoven fue la que más les gustó. “Llevábamos tiempo con la idea de que teníamos que dar salida al complejo antes de que se cayera, por lo que contactamos con profesionales del ramo a través de Internet hasta que nos decantamos por este proyecto”. Los dominicos ceden la gestión durante un tiempo que no se ha determinado “porque habrá que ver cómo funciona, cómo va tomando forma el proyecto”. Los trabajos, añadió, comenzarán en breve para que en verano ya se pueda empezar a ver cuál va a ser el resultado, con la esperanza de poder albergar de forma continuada entre 150 y 200 jóvenes.

Por su parte la empresa asturiana hará lo que mejor sabe hacer, habilitar un entorno diseñado para grupos, familias y jóvenes estratégicamente situado, aprovechando el edificio principal como centro de sus actividades, un albergue para quedarse y punto de partida hacia cualquier lugar de Cantabria, al situarse en el centro de la comunidad. Por poner algún pero, el único y seguro que solventable sería el mal acceso al lugar, al tener que utilizar la estrecha carretera de las canteras del Dobra.

El padre Maillo terminó asegurando que es “un proyecto bueno para todos, creará riqueza y empleo en el valle y nos dará a nosotros un respiro en la conservación de nuestra propiedades en Las Caldas”. “Esperamos que la experiencia sea bonita y que vaya bien”, concluyó.