La Corporación de Los Corrales de Buelna salvó a última hora las diferencias que hasta ahora habían retrasado la reforma del tanatorio municipal para adaptarlo a la normativa vigente. El Grupo Popular, en el gobierno municipal, presentó un anteproyecto de reforma que incluía una petición del PRC, lo que posibilitó su apoyo para aprobar la rehabilitación del edificio. PSOE e IU se abstuvieron con lo que se solventó una situación que también estaba retrasando la aprobación del expediente de contratación y pliegos que han de regir el contrato de adjudicación de la gestión del servicio público.

Todo sucedió en la misma jornada en la que el Ayuntamiento recibía un comunicado de la Consejería de Sanidad y Bienestar Social dando tres meses para acometer las reformas necesarias, después de inspeccionar un servicio que, según ese informe, presenta tres incumplimientos graves respecto a la nueva normativa: no cuenta con separación entre el habitáculo del cadáver y el espacio destinado a los visitantes; el lugar destinado al cadáver no cuenta con ventilación independiente forzada y refrigeración; y los lugares de tránsito del cadáver no son independientes de los visitantes. Eso comprometía algunas de las soluciones que se estaban barajando para la reforma del tanatorio, como la instalación de túmulos, cabinas de cristal cerradas y refrigeradas para el féretro, como defendía el PSOE. De hecho, para solventar la situación, la actual empresa gestora había instalado un túmulo en uno de los tres velatorios del tanatorio. Una medida que en pocos días provocó quejas de los vecinos por el ruido del motor de refrigeración, entre otras cuestiones.

El propio portavoz del Grupo Municipal Regionalista, Luis Ignacio Argumosa Abascal, reconoció que a su grupo no le había convencido esa medida. Explicó que, en principio se les había presentado un anteproyecto de reforma del edificio que tampoco les gustó. El PRC sugirió que, en vez de cerrar el espacio del finado con un muro y dejar una visibilidad limitada al féretro, era mejor dejar el muro a media altura y cerrar el resto con una mampara acristalada, dejando una estructura muy semejante a la actual pero clausurando el habitáculo. Al recoger esa posibilidad el último anteproyecto presentado por el gobierno popular, y consultada la opinión de técnicos, dieron el visto bueno a la propuesta.

El PSOE siguió manteniendo la conveniencia del túmulo para evitar la obra civil y ahorrar en energía, pero entendió que los requerimientos de la consejería iban más allá, así que se abstuvo, como había hecho IU. Al final, todos los grupos se mostraron de acuerdo con las cláusulas para adjudicar la gestión del tanatorio y PP y PRC aprobaron, con la abstención de PSOE e IU, las obras de acondicionamiento interior de los velatorios del tanatorio municipal.