El alcalde de Cartes, Bernardo Berrio (PP), ratificó ante el pleno de la Corporación la decisión del equipo de gobierno municipal de suspender los mercados dominicales del 25 de diciembre y 1 de enero, «con el acuerdo de todos los colectivos de vendedores ambulantes y la inmensa mayoría de quienes, a título individual, instalan sus puestos cada domingo». Y explicó que la raíz de esa medida estaba en la coincidencia de los dos domingos con festividades tan marcadas.

La oposición había criticado duramente la decisión y había pedido la convocatoria de un pleno extraordinario para debatir la medida. El alcalde señaló antes de la sesión que había atendido la demanda de la oposición para dar información sobre la suspensión del mercado, pero que la decisión estaba tomada y era firme, dado que ya se habían adoptado las medidas necesarias para llevarla a efecto. Dijo que, aún así, había querido trasladar a toda la Corporación y vecinos los motivos que habían llevado al gobierno municipal a suspender los mercadillos.

El portavoz socialista, Saturnino Castanedo, fue el más crítico con la suspensión. Puso en duda la competencia del alcalde para tomar una medida de ese tipo de forma unilateral e incluso dudó de que se hubiera hecho una consulta entre todos los vendedores ambulantes. Dadas las fechas, asumió el que este domingo no hubiera mercado, pero pidió al alcalde «recapacitar y llegar a un acuerdo unánime sobre la posibilidad de abrir el mercado el domingo 1 de enero».

Bernardo Berrio se ratificó en una decisión «que es competencia de la Alcaldía». Lo hizo tras explicar que se habían barajado opciones, como trasladar en esas dos fechas el mercado al sábado, pero por coincidencia con otros puntos de venta ambulantes en distintos lugares de Cantabria no se había hecho.

También se discutió sobre las fechas. PP y PRC, socios de gobierno, defendían que son malas fechas para la venta, «como también dicen los comerciantes», mientras el PSOE sostenía lo contrario, incidiendo sobre todo en que el día 1 de enero podía ser «el domingo de mayor venta del año por ser el último antes de Reyes». Castanedo insistió en que se trataba de «una competencia malentendida en su calidad de alcalde, que raya en la incompetencia, y deja a Cartes, a los comerciantes, a los vendedores y a los hosteleros con dos domingos consecutivos sin actividad».

Sin antecedentes

El portavoz socialista mantuvo en todo momento que «no hay sustento normativo, ni hay antecedente alguno en todos los años de mercado de una medida así». Y criticó lo que calificó como «total desprecio a unas licencias municipales de 450, 600, 750 euros que no prevén que arbitrariamente alguien te niegue el derecho al trabajo».

Tras una discusión especialmente agria entre Castanedo y Berrio, el gobierno municipal se sirvió de sus votos y el de la concejal de La Unión, María José Anguren, para mantener la suspensión de ambos mercados dominicales.