La Concejalía de Obras e Infraestructuras del Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna dedicará parte de sus esfuerzos en 2012 a normalizar los reductores de velocidad de las calles principales del municipio, sustituyendo, en su mayor parte, los pasos elevados de asfalto por piezas de goma dura homologadas. Actualmente, de los 16 pasos de peatones elevados, ocho prefabricados y 15 bandas transversales de goma dura existentes, el 95% no cumplen con la normativa técnica vigente, por ellos mismos o por falta de señalización vertical, según un informe elaborado por la Policía Local. El concejal del área, Serviliano González, contestó en ese sentido a una pregunta realizada por el portavoz socialista, Aurelio García Gutiérrez, adelantando que, con ese informe, se está realizando un estudio sobre todos los reductores del municipio. Apuntó que los que se han venido instalando últimamente ya están homologados, y que el proyecto de normalización de los anteriores ha comenzado ya en el entorno de la plaza de la Pontanilla y continuará por la Avenida Cantabria. A la espera de contar con el presupuesto necesario, se modificarán 10 ó 12 reductores “lo más pronto posible”, anulando los pasos elevado de asfalto y colocando bandas transversales homologadas. La ejecución dependerá de los contactos con una empresa especializada y la presentación de un presupuesto. También explicó que se intentará ir “repartiendo el gasto mes a mes para renovar todos sin dañar demasiado las arcas municipales”. Los siguientes pasos se darán en la calle San Fernando, donde se renovarán los tres pasos elevados, y en la calle del Tanatorio Municipal, para continuar, a mediados del año que viene, en las calles interiores “porque ya no solo es quitar los que hay, sino ponerlos nuevos, y son muy caros”. Serviliano González explicó que la nueva normativa establece que el modelo de los reductores de velocidad tendrá forma trapezoidal y 10 centímetros de altura como máximo. Aún así, dejo claro que “no quiero llenar el pueblo lleno de vaivenes, de reductores que no dejan de ser una incomodidad para la gran mayoría de los conductores que ya cumplen las normas de tráfico y para los paseantes mayores o con dificultades”. Pero reconoció su necesidad “por los 10 ó 20 locos al volante que suponen un auténtico peligro para el resto de conductores y peatones”. Incluso reconoció que las calles recientemente asfaltadas “parece que llaman a correr más, así que asfaltamos una calle y automáticamente vecinos o urbanizaciones piden reductores porque el nuevo estado parece que incita a algunos a correr más”. “Muchas veces la alegría de como queda la calle recién asfaltada y pintada trae la decepción de tener que poner reductores”. Y adelantó para solicitar “más dureza de la Policía Local con los ‘formula uno’ en el pueblo”.