Antonio Monteiro, director de la planta de San Felices Jueves, 15 Diciembre 2016 Antonio Monteiro, director de la planta de San Felices

Chassis Brakes recuperará en 2017 una línea de montaje de frenos de disco

La planta Chassis Brakes pondrá en marcha el año que viene una nueva línea de montaje que garantirá el futuro próximo de una fábrica que da empleo a cerca de 250 personas en el valle de Buelna. Cerca de la celebración de sus 40 años de historia recupera una línea que en su día dio mucho trabajo especialmente a mujeres del valle, y lo hace con la intención de crecer en calidad y opciones de mercado, pujando para ofrecer piezas del sistema de frenado a las grandes compañías automovilísticas. Así lo ha explicado el director de la planta de la recta de la Agüera, Antonio Monteiro, un hombre empeñado en recuperar para esa factoría el brillo que tuvo en los comienzos de siglo. A lo largo de 2017 se montará el nuevo proyecto, 12 meses para homologar la línea de producción y validar los procesos a seguir para comenzar la entrega de los primeros frenos montados al completo en enero de 2018. Un proyecto muy ambicioso que se espera fragüe, con incremento de plantilla incluido, para el año 2021.

Eso sí, con paciencia y prudencia, porque como reconocía el director de la planta, aún están sufriendo el bajón en el área comercial de la antigua Bosch. El calendario establece capear los dos o tres próximos años para recuperar mercado e ir creciendo a partir de 2019, con ese horizonte de 2020 ó 2021 en cuanto a crecimiento de plantilla superando, según las previsiones, los mejores momentos de esa planta.

Para ello ya han comenzado los contactos con clientes automovilísticos, algunos ya comprometidos.

Monteiro deja claro que lo que se ha logrado es asegurar que podrán celebrar los 50 e incluso los 60 años de historia de la planta. Poder enviar frenos montados a grandes fábricas del sector automovilístico garantizará, según su director, un futuro a diez o quince años vista, "las mejores noticias que puedes dar a una plantilla muy sacrificada y que ha demostrado una entrega total por la planta".

Explicó que actualmente se trabaja en el mecanizado y tratamiento superficial de componentes de frenos de disco. Se compra mayoritariamente materia prima en el País Vasco aunque también en fundidores de Francia, Alemania y Turquía y el producto se envía a las fábricas de Francia, Polonia y Turquía, donde se monta para enviar el resultado final a fabricante de coches. En cuanto a volúmenes de producción, actualmente se están mecanizando al año 12,5 millones de piezas y se producen 14,5 millones de piezas cincadas a lo que contribuye un alto grado de robotización de todos los procesos.

Humanizar la fábrica

Con 20 años de experiencia en Cantabria a sus espaldas, Antonio Monteiro no quiere solo incrementar la producción y por tanto la plantilla de la fábrica. También quiere  humanizar la factoría y ha comenzado por un proyecto de acercamiento a las familias por Navidad. En un primer fin de semana 40 hijos de empleados participaron en un concurso de dibujo y este sábado prepara un festival infantil con distintas actuaciones, recorrido por la planta con los robots a pleno rendimiento ("algo que a los niños les gustará") y entrega de regalos a cada uno de los hijos de trabajadores que acudan a la cita este sábado.

Aunque recuerda a la tradicional entrega de juguetes de la antigua Trefilerías Quijano, en Los Corrales de Buelna, Antonio Monteiro (lisboeta) deja claro que es más la puesta en práctica de una costumbre empresarial portuguesa que en Navidad se centra más en los niños que en los adultos. "La Navidad es la cena o comida de empresa pero falta lo más importante en estas fechas, que son los niños, abriéndoles la empresa para que sepan donde pasan tantas horas los padres, desmitificar la fábrica, que vean que no es un mundo inaccesible, un lugar más".

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