El Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna se ha cansado de afear con buenas maneras la conducta de los dueños de mascotas que ensucian las calles del municipio y ha dictado una orden a la Policía Local para que sancione directamente las infracciones que detecte, especialmente en algunas zonas que durante los últimos meses se ha comprobado son especialmente 'sensibles' a ese problema. Tras una campaña "pedagógica" en la que se ha advertido a los propietarios de perros sobre la obligación de recoger los excrementos o censar a sus animales de compañía, ahora se pretende aplicar con toda su fuerza la Ordenanza Municipal Reguladora de la Tenencia de Animales de Compañía, que recoge multas que parten de los 30 euros y que pueden llegar hasta los 300 euros.

La alcaldesa, Josefina González, ha trasmitido al sargento-jefe de la Policía Local, Ricardo Fernández, la necesidad de actuar con firmeza para reducir en lo posible la presencia de excrementos de perros en las vías y parques públicos.

Durante los próximos 10 días los agentes de patrulla vigilarán especialmente el cumplimiento de la ordenanza con un objetivo claro, "ya no se avisará, como se venía haciendo, ahora se sancionará directamente cualquier infracción en aplicación de la ordenanza municipal".

Desde la Policía Local se reconoce que la última campaña no ha tenido el efecto que se esperaba pero asegura que también es cierto que se ha notado una reducción de la suciedad en las calles y zonas verdes.

En los próximos días se incidirá en el cumplimiento de esa ordenanza, ejerciendo una vigilancia especial en los parques y zonas ajardinadas de La Haye Fouassiere, parque Mazarrasa, la calle La Puchera y el parque de La Rasilla, además del resto del casco urbano, barrios y pueblos.

Como parte fundamental de esa vigilancia se advierte que será considerado como falta grave el incumplimiento del artículo 16 de esa ordenanza, que establece, como "medida higiénica ineludible", el que las personas que lleven perros "procuren impedir que éstos depositen sus defecaciones en aceras, vías públicas, jardines, parques y en cualquier otro lugar destinado al tránsito de personas".  Las defecaciones que se produzcan, añade la ordenanza, se recogerán por los propietarios o poseedores de los perros y se depositarán en bolsa cerrada en los contenedores de basura, "nunca en las papeleras".

También establece que todos los perros deberán estar censados en el Censo Canino Municipal de Animales de Compañía, algo que en caso de no acatarse se considerará también como falta grave. Y ordena que todos los perros irán provistos de correa o cadena con collar y chapa identificativa, estableciendo el incumplimiento de este apartado como falta leve.

Al poco de llegar a la Alcaldía, el nuevo gobierno anunció su deseo de mejorar la imagen de un municipio "sucio", como reconocía la alcaldesa, Josefina González, al presentar una campaña dirigida a los dueños de perros. ‘Tu mascota, tu responsabilidad’ era el lema de un plan "pedagógico", decía la regidora, que hacía especial hincapié en la "obligación" de recoger sus excrementos en todas las zonas públicas del municipio y en la prohibición de su acceso a las zonas ajardinadas. Ahora la campaña da un paso más y apuesta por sancionar a los infractores directamente.