El túnel se cerrará entre las nueve de la noche del jueves y las cuatro de la madrugada del viernes Miércoles, 30 Septiembre 2015 El túnel se cerrará entre las nueve de la noche del jueves y las cuatro de la madrugada del viernes

Corte de carretera en el túnel de la Estación de Los Corrales de Buelna

La carretera que atraviesa el túnel de la Estación en Los Corrales de Buelna permanecerá cerrada en la noche del jueves al viernes, entre las nueve de la noche del día 1 a las cuatro de la madrugada del día 2 de octubre, debido a las obras de reparación del sistema de control semafórico que regula el tráfico a ambos lados del paso subterráneo. La empresa que lleva a cabo la reparación instalará el jueves los sensores de paso de grandes transportes, trabajos que afectarán al firme de la carretera; se colocarán esos sensores y habrá que dejar secar durante un tiempo el recubrimiento, una labor que se espera pueda ejecutarse en las siete horas que permanecerá cortada la vía.

Desde el Ayuntamiento ya se ha comunicado el cierre a la Policía Local y Guardia Civil para el control de ese tramo, así como a las empresas próximas al túnel, como Nissan o Trefilerías Quijano, con cerca de un millar de trabajadores. También se ha puesto en conocimiento del vecino Ayuntamiento de San Felices, al formar parte de la vía que comunica ambos municipios y ser también una de las carreteras de acceso a la zona industrial de la Agüera, según adelantó la alcaldesa, Josefina González.

Cientos de coches y transportes pesados cruzan a diario por ese túnel en dirección a las empresas de la Avenida Quijano o el polígono de San Felices, una vía que además es la carretera más utilizada entre los dos municipios del valle de Buelna. Los datos de apertura de ese túnel (hace casi una década) hacían referencia al paso de unos 200 vehículos por hora, convirtiendo ese tramo en uno de los más transitados de la comarca, especialmente a la hora de entrada y salida de fábricas que en su conjunto dan trabajo a más de 1.500 personas. Por eso se ha elegido una hora tardía, para evitar en lo posible los problemas que puede causar un cierre que además apenas tiene carreteras alternativas posibles para el tráfico pesado.

El problema del túnel es que es estrecho y no permite que se crucen en su interior dos vehículos de grandes dimensiones, camiones o autobuses, con lo que desde el primer día se palpó la necesidad de regular el tráfico con semáforos. Para no entorpecer el paso de los turismos, el sistema elegido fue el de sensores que detectan grandes transportes conectados a los semáforos. A principios de año ese sistema se averió, provocando grandes atascos en las horas de entrada y salida de fábrica. Hace unas semanas comenzaron las obras de reparación, que están ya a punto de culminar con la instalación de nuevos sensores, con mejores prestaciones que los que se averiaron.

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