Los trabajadores de Fundinorte han vuelto a salir a la calle. De momento a pedir explicaciones sobre la situación que atraviesa la fundición de San Felices de Buelna, de la que no saben nada desde hace semanas; a solicitar una reunión entre todas las partes implicadas, que no entienden por qué no se ha logrado ya en aras a saber de una vez qué sucede; y a recordar que las prestaciones por el paro se acaba mientras las deudas, particulares e industriales, crecen, como los problemas.
En las últimas horas se han reunido en varias ocasiones y han mantenido contactos con la vicepresidenta de Cantabria, Eva Díaz Tezanos, y con la responsable de Sodercan, Iciar Amorrortu, para fijar una cita que consideran imprescindible, una reunión a tres bandas: representación de los trabajadores por una parte, de los empresarios por otra y de Sodercan como tercera parte implicada. Ahí empiezan las dudas. No hay manera de lograr que se fije esa reunión.
El lunes por la mañana se reúnen en Torrelavega y deciden registrar un escrito dirigido a la directora general de Sodercan pidiendo un encuentro "dada la grave situación por la que está atravesando la empresa Fundinorte, de la que más de 60 familias dependemos para poder subsistir". En ese escrito se incide en que "ante la dramática situación en la que nos encontramos los trabajadores y trabajadoras, la gran mayoría sin recibir ningún tipo de prestación económica, solicitamos una reunión urgente entre la Dirección de la Empresa, Sodercan y el Comité de Empresa, para buscar soluciones que permitan la continuidad de la factoría ubicada en San Felices de Buelna".
Oficialmente habían pedido ya la reunión a tres bandas. Como había sucedido hasta ese momento se les aseguró desde Sodercan que para mantener la reunión era preciso el permiso de la vicepresidenta y ese permiso no llegaba. Así que se fueron el lunes a las puertas del Parlamento a hablar con ella. En Eva Díaz Tezanos encontraron la respuesta que esperaban: no hay ningún problema para mantener esa reunión. Es más, se ofreció a mediar con los hermanos Vela, los empresarios de Fundinorte, para cerrar una fecha. Los trabajadores ya sabían que por parte de los empresarios tampoco se pondría ningún escollo, todo lo contrario.
La cuestión es que el martes desde Sodercan, sin la barrera ya de la vicepresidenta, se siguen poniendo trabas a la reunión. Según el presidente del Comité de Empresa de Fundinorte, Francisco González, la responsable de la sociedad gubernamental, Iciar Amorrortu "no ve la necesidad de esa reunión". Nada más lejos de la opinión de los trabajadores, que la consideran más que necesaria, esencial para saber qué está pasando. ¿Por qué? La razón, según González, es muy simple. Quieren que cada una de las partes ponga las cartas boca arriba sobre la mesa, "que nos digamos cara a cara qué es lo que pasa, qué impedimentos hay para seguir adelante con el proyecto industrial, quién incumple, en su caso, los compromisos adquiridos y qué soluciones hay". "Aquí todos tendrán su parte de culpa y su parte de razón, pero queremos tenerlos a todos juntos para confrontar las opiniones de cada cual y poder nosotros también hacernos una idea de la realidad".
Pero lo cierto, según el presidente del Comité de Empresa, es que "no se produce ningún avance y los que pagamos somos nosotros, sin recursos ya o agotándose las prestaciones, ni siquiera quienes quieren buscar otra salida laboral pueden tal y como está la situación, así que estamos atados de pies y manos sin saber qué pasa ni qué hacer".
Tal y como está la cosa, si en unos días no se produce esa reunión, los trabajadores no descartan tomar algún tipo de medidas. "Con unas cosas y otras, nos avocan a salir a la calle de nuevo".