Los Picayos bailando al Santo Lunes, 16 Septiembre 2024 Los Picayos bailando al Santo

San Cipriano convoca a mas romeros cada año

San Cipriano ejerció hoy de patrón de la romería montañesa, demostrando su tirón al congregar a centenares de romeros deseosos de disfrutar de una jornada marcada por el pito y tambor en la pradera alta de Cohicillos, en la que se dejó ver una más que nutrida presencia institucional. Pero también lo hizo regalando una mañana magnífica a los peregrinos que se dieron cita en la ermita de San Cipriano en una de las ediciones más concurridas de las que se recuerda.

Después de un Día de las Albarcas esplendido, reuniendo también a más devotos que habitualmente, el día de San Cipriano no se quedó atrás, a pesar de ser lunes. El propio alcalde, Agustín Molleda, no dudó en asegurar que era una de las ediciones más multitudinarias de los últimos 10 años.

Como ya es habitual no le faltó al Santo una buena escolta en su recorrido de Cohicillos a la pradera, romeros de toda edad, sexo y condición, igualados por el pañuelo al cuello. Entre ellos, los consejeros de Presidencia, Justicia, Seguridad y Simplificación Administrativa, Isabel Urrutia, y de Economía, Financiación Autonómica, Hacienda y Fondos Europeos, Luis Ángel Agüeros, la presidenta del Parlamento, María José González, diputados, alcaldes, como el de Torrelavega, Javier López Estrada, y concejales de varias corporaciones vecinas.

Policía Local, Guardia Civil, Urgencias y Protección Civil dieron cobertura a los romeros llegados desde Torrelavega, de Los Corrales de Buelna, de Iguña, Cabezón o Puente San Miguel, Reocín, Polanco o Mazcuerras.

Agua y rosquillas

Sobre las 12 del mediodía el Santo Patrón toco suelo en su ermita y la Misa Solemne dio paso a la romería. A la llegada a lo alto el calor se notó y hubo que guardar fila, como siempre, para aprovechar el agua fresca de una fuente que forma parte de la tradición. Los 12 caños a pleno rendimiento y no daban abasto. Como siempre, fue parada imprescindible y alivio para los cientos de personas que participaron en la jornada. Se bebió de la fuente y, para no dejar ningún cabo suelto en la tradición, se cortaron ramas de avellano para ensartar las no menos tradicionales rosquillas de San Cipriano.

Y así, entre comida de campo, buscando cualquier resguardo a la sombra, bocadillos, botas de buen vino y cánticos de la tierra, se fue pasando la mañana, "una romería de las que apenas quedan ya, una fiesta a preservar y difundir", decía el alcalde, empeñado en su campaña por demostrar que San no es una fiesta cualquiera.

De hecho, adelantó que remitirá a la presidenta de Cantabria, María José Saénz de Buruaga, una carta en la que la invitará a "reflexionar" sobre "una romería diferente que se merece un tratamiento diferente", dijo. Es preciso, añadió, "dar el salto de calidad que necesita San Cipriano, esa aportación económica necesaria para conservar las costumbres y tradiciones", porque "se habla mucho de la cultura montañesa, pero no creo que tenga ningún escaparate mejor que este".

 

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