En su afán por mejorar la estética urbana con criterios ecológicos el concejal de Servicios Municipales del Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna, José Manuel Martínez, ha anunciado un cambio en el tratamiento diario de parques, jardines y arbolado. Se acabó el plantar flores al libre albedrío y árboles de cualquier especie donde cuadre. "Cada planta, cada árbol tendrá un por qué y un dónde concreto", dijo, adaptando esa plantación al entorno en el que se quieran colocar, "se tendrá en cuenta el clima, la especie elegida y el tránsito en ese lugar". Algo que se mirará con lupa en el caso de los árboles.
De momento ha anunciado que se retirarán los que estén secos y se repondrán con "árboles de características distintas, adaptándolos al clima, al urbanismo y al ecosistema de Los Corrales", siempre, añadió, "respetando tanto el crecimiento natural de los árboles como el entorno urbano en el que se plantan". No se situarán sin criterio, se atenderá al enraizamiento y crecimiento de la especie elegida para no dañar aceras ni servicios en la base o cableado en la copa, además de atender a los vecinos de la zona o los paseantes y vehículos. "No seremos una ciudad grande, pero utilizaremos criterios del siglo XXI, un urbanismo ecológico al día, algo para lo que solo se necesitaba buena voluntad".
"Ya sé que a veces lo que hago puede ser controvertido, pero tampoco vamos a plantar flores por plantar, serán en la medida de lo necesario flores de larga duración y en caso contrario se asegurará una periódica renovación, teniendo en cuenta el lugar y el riego que necesiten, por ejemplo". El futuro de ese plan, dijo, dependerá de que las flores ornamentales "no se dañen o roben, si es así, procuramos que se conserven lo mejor posible".
En ese campo también se actuará en otra vertiente, erradicar las hierbas que nacen en aceras o bordillos y afean las calles. "Se ha intentado erradicar de muchas maneras y no hemos tenido éxito, así que hay que hacer autocrítica para revertir la situación". En la búsqueda de una solución lo más natural posible se ha encontrado una "nueva alternativa" que partirá de la compra de una máquina que utiliza agua a presión a una temperatura muy alta, cercana a los 100 grados, "totalmente ecológica", una máquina que supondrá un gasto cercano a 8.000 euros. Además de garantizar la limpieza "nos permitirá retirar los herbicidas que utilizábamos que, aun así, eran también ecológicos pero no dejaban de ser un producto químico".