Grande entre los magínificos, así es Nany. Severiano Campuzano, una entreñable persona tocada por una gracia nada común, que le ha permitido entender, conocer y manejar cualquier máquina o vehículo a motor con una maestría incomparable. Una brillante vida deportiva sólo comparable con su calidad humana acreditada por una interminable lista de amigos. Él nos narra una crónica de su vida en los días previos al homenaje que se le realizará en la II Gala del Deporte.
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