Agar Castillo leyó emocionada, hoy lunes día 30, el precioso texto original del malogrado Vicente Rodríguez Pérez-Rasilla y que publicó valledebuelna.blogspot.com hace unas pocas fechas.
Texto leído
El banco más bonito del mundo es una traviesa de la vía anclada a la Garita de Collado, y la fría brisa que viene del Cantábrico no alberga sino ambiciones de horizontes grises, de olas espesas, y rizosas yuntas de bueyes marinos. Así, emparejadas oleadas de burbujas, llegan a mi trono en la montaña.
Varado en el otero me contempla la Sierra de los Hombres, que previene del mar y lo contiene, por si le diera a este por escalar, en marea viva , las peñas de la dura meseta palentina.
Aquí estoy. Ya fui más de lo que soy, y mermado mi futuro, busco vastos paisajes para estirar mi hoy.
Por eso, desde aquí, me tumbo a sestear en Castro Valnera o chupo el Pirulí de la Peña Cabarga. Si azulea el cielo por Octubre me entretengo vivaz por las cumbres pasiegas y si quiero cortar la tarde en dos pedazos utilizo los Picones de Sopeña.
Esta es mi existencia montaraz, aquí, en el banco más bonito de Buelna, viendo correr al sol hasta el ocaso. Y si por si acaso no tuviera bastante panorama, girando la cabeza se estrella mi mirada en Peña Sagra, posando la pupila en el Cornón. Por detrás del Acebo, muy ampulosos, los Picos Europa me dan una razón para sentirme tan pequeño como un hombre en el mundo, lo que soy.
Ya fui más de lo que soy, no cabe duda -acabo de cumplir cincuenta y siete- pero es amplio el paisaje y yo pudiera quedar así por siempre, si las peñas retuvieran mi atención.
La solución sería permanecer impregnado en las montañas, como una imprimación hecha de observaciones y vistazos.
No creo que pueda ser, pero no por ello me entristezco. Seguiré oteando desde el banco.
Vicente Rodriguez Pérez-Rasilla