El alcalde de Arenas de Iguña, Pablo Gómez, ha recibido las primeras lluvias de este otoño como el maná, por la falta de agua que se notaba ya en los manantiales que surten al municipio. En rueda de prensa no tuvo reparos en exclamar que "por fin llueve".

Explicó que con las previsiones de lluvia "esperemos olvidar la zozobra de las últimas semanas, más aun durante los fines de semana, debida a la escasez de agua en los manantiales que atienden las necesidades hídricas de los vecinos del municipio de Arenas de Iguña", poniendo especial énfasis en la cuenca del río Los Llares, en el pueblo del mismo nombre, "donde la necesidad ha obligado a adoptar un plan de emergencia para sustituir antiguas tuberías que dejaban escapar el escaso caudal aportado por los manantiales".

Pablo Gómez explicó que también se ha notado la falta de agua en Valdeiguña, donde la solución ha pasado por el bombeo en "la surgencia de la Covachona, pues debido al decrecimiento en el aporte del manantial correspondiente, ha sido incapaz de aportar el agua necesaria".

(En el reproductor, las palabras de Pablo Gómez).