Los padres del colegio público Leonardo Torres Quevedo de La Serna de Iguña no quieren seguir teniendo una "escuela de segunda" y por eso han reivindicado ante la dirección del centro mejoras no solo estructurales, sino también educativas. Están cansados de que sus hijos ocupen los últimos lugares, año tras año, en las pruebas de diagnóstico de la Consejería de Educación y preocupados con las averías en los baños o el sistema de calefacción del colegio, especialmente con el invierno tan cerca. El director, Dámaso Tezanos, lo ve de una forma muy distinta. Afirmó ayer que ya se están acometiendo reparaciones necesarias, defendió su proyecto de enseñanza y fue más allá al poner en duda unas críticas que "podrían ir más allá de lo meramente educativo".

En el otro lado, la presidenta de la Asociación de Madres y Padres, Laura Terán, y la secretaria, Nuria Moriyon, encabezan una reivindicación que detalla el mal estado de los patios donde juegan los niños de Educación Infantil, baños impracticables, una caldera de calefacción en mal estado, ordenadores que no funcionan o problemas con la conexión a internet. Moriyon reconoce que se están haciendo cosas, "pero no con el orden debido, no se puede empezar la casa por el tejado y conformarse con pintar el exterior del colegio, poner parches en fontanería, habilitar una perfecta sala de profesores o colocar hilo musical cuanto hay otras necesidades prioritarias".

La secretaria también propuso ideas, como la de aprovechar el personal en paro contratado por la Mancomunidad de Iguña y Anievas para afrontar una mejora más en profundidad del edificio o priorizar gastos solicitando un presupuesto para cambiar la caldera de la calefacción, "algo que aún no se ha hecho".

Moriyon incidió en que las quejas de los padres vienen de lejos pero ha sido la última noticia sobre mejoras en el centro la que ha desbordado el vaso. Comenzó agradeciendo al consejero de Educación, Miguel Ángel Serna, su implicación en las reparaciones en el edificio, "que esperamos sea el principio de una reestructuración más en profundidad". Y recordó que los logros no son fruto de la actual presidencia de la mancomunidad "sino de frecuentes reuniones del Ampa con la Consejería sobre las necesidades a acometer". Incluso reivindicó el papel que tuvo el anterior presidente de esa mancomunidad y actual alcalde de Arenas de Iguña, Pablo Gómez, responsable de mejorar las aulas de dos años, "poner papeleras o segar personalmente el césped".

Para finalizar recordó que los padres ponen especial hincapié en la mejora del proyecto educativo. "No puede ser que en las pruebas de diagnóstico, año tras año, ocupemos los últimos puestos y que la explicación que nos den sea el nivel socio cultural del entorno". Moriyon afirmó que "hay que pensar qué se está haciendo mal por parte de los padres o profesores, porque no valen excusas cuando lo que está en juego es el nivel educativo de nuestros hijos".

La contestación llegó de la mano del director del colegio. Dámaso Tezanos explicó que sí se están realizando mejoras, como la pintura de los dos edificios que componen el colegio "con un ahorro importante ya que se aprovecharon los operarios contratados por la mancomunidad, como ahora propone la propia asociación". También se están revisando los baños y se han pedido las tapas de los aseos, "porque al ser más pequeñas no son fácil de encontrar, pero llegarán en estos días".

Sobre la calefacción, recordó que se ha comprado una nueva caldera hace apenas siete años y que el único problema ocurrido ha sido por la falta de gasoil. "El depósito está enterrado y es difícil de controlar el nivel de carburante por lo que alguna vez nos hemos quedado si ello durante horas".

Y aseguró que los ordenadores o la conexión a internet fallan "como puede suceder en cualquier hogar del valle".

Tezanos terminó lamentando que "tras las críticas quizá haya otra motivación no educativa, pero ese será su problema, no el nuestro".