Así fue y en todo el sentido de la palabra. Ayer viernes 15 de agosto pasadas las 6 de la tarde el público se concentró a la orilla del Besaya. Querían ver el descenso de `cachirulos flotantes´ organizado dentro del programa de fiestas de La asunción. La doble curva que describe el cauce del río y que se prolonga más de 200 metros resulta un lugar ideal por la profundidad de los pozos y por la presencia de varios rápidos.
Descenso también en el número de participantes. Sólo fueron dos las tripulaciones que se animaron a descender, pero eso sí, el espectáculo que ofrecieron fue simpático y compensaron la falta de más valientes con el buen humor que contagiaron a todos.