El Gobierno de Cantabria y el Ayuntamiento de Cartes redactarán un convenio de colaboración a fin de abrir uno de los torreones y su jardín circundante a los vecinos de este municipio. Este acuerdo ha sido anunciado en la visita que el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Miguel Ángel Serna, ha girado a dicha localidad en respuesta a la invitación realizada por su alcalde Bernardo Berrio, en su última visita a la Consejería.

La Consejería de Cultura finalizó el año pasado las obras de reparación de la cubierta de una de las torres de esta fortaleza medieval, lo que ha supuesto la eliminación de las humedades existentes, así como una apreciable mejora en su aspecto exterior. Esta obra tuvo una inversión que superó los 140.000 euros, y, tras su ejecución, Serna y el alcalde han decido dotar a este singular espacio de contenido y uso que beneficie a los vecinos de esta villa.

Para llevar a cabo esta mejora, se ha decidido redactar un proyecto de remodelación del interior del edificio que será acometido de forma conjunta por ambas administraciones. También se ha acordado realizar los trámites necesarios para permitir el acceso al terreno colindante de la torre que hasta el momento permanece cerrado al público.

Acompañaban al consejero en esta visita, el director general de Cultura, Joaquín Solanas, y los miembros de la Corporación, Emilio Álvarez y Mónica Pérez.

Bien de Interés Cultural, con categoría de monumento

La fortaleza militar de los Torreones en Cartes fueron declarados el año pasado Bien de Interés Cultural (BIC), con categoría de monumento, por la Consejería de Educación, Cultura Deporte.

El Torreón de Cartes es una casa-torre defensiva cruzada sobre la calle principal del antiguo camino real, la cual lo atraviesa. Este edificio singular se erige sobre los restos de una antigua fortaleza de porte medieval construida por la familia Manrique1 (entonces sólo condes de Castañeda y marqueses de Aguilar) en el siglo XV para defenderse de los cercanos señores de la Vega (actual Torrelavega), iniciado en 1421. En 1432, se convirtió en el edificio sede de la justicia para el valle de Toranzo, haciendo las funciones de audiencia y cárcel; más tarde sería también residencia del corregidor condal. El torreón, junto a toda la villa, fueron declarados conjunto histórico-artístico en 1985.