Los Corrales de Buelna plantea mejorar las aceras en los puntos peligrosos para los viandantes Lunes, 17 Febrero 2014 Los Corrales de Buelna plantea mejorar las aceras en los puntos peligrosos para los viandantes

Los Corrales de Buelna plantea mejorar las aceras en los puntos peligrosos para los viandantes

La alcaldesa de Los Corrales de Buelna, Mercedes Toribio Ruiz, ha enumerado las obras que el gobierno que preside ejecutará en las próximas semanas para evitar el peligro de algunas zonas de paseo muy transitadas en el municipio. Lo ha hecho al contestar a una petición del Grupo Municipal Regionalista sobre la peligrosa curva del final de la Avenida Alfonso Álvarez de Miranda, en el polígono industrial de Barros, o la conocida como M30 entre el puente del Matadero y el de San Andrés. Además, adelantó que se proyecta la continuación de aceras en la calle Sotileza, en la Avenida Cantabria y en La Hoya, todas ellas muy solicitadas por los peatones que utilizan esas calles no sin cierto riesgo.

La regidora aseguró al portavoz regionalista, Luis Ignacio Argumosa Abascal, que dentro del plan de acción del Parque de Obras y Servicios, se encuentra la intención de continuar con las aceras que unen la calle San Cipriano con la avenida del polígono de Barros, garantizando la seguridad de los viandantes. Y también se mejorará la señalización de la curva que provoca la unión de ambas calles, un ángulo de 90 grados que ambos reconocieron es muy peligroso.

Argumosa recordó que actualmente el polígono se ha convertido en "algo más que un área meramente industrial". El tráfico rodado ha ido aumentando "exponencialmente" al utilizarse como vía de entrada y salida habitual del pueblo, "y la presencia de peatones también se ha incrementado, para convertirse en lugar habitual de paseo".

La curva que enlaza el final de la calle San Cipriano con el principio de Álvarez Miranda, al inicio del polígono, se ha convertido, según Argumosa, "en un punto peligroso para el tráfico y para los peatones, un giro muy cerrado en el que la acera termina repentinamente y la visibilidad no es buena, especialmente de noche, ante la falta de una iluminación adecuada". Además, apuntó, los vehículos proceden de una larga recta y su velocidad "suele ser excesiva, lo que unido a una nula señalización, contribuye a hacer ese punto especialmente complicado, como lo demuestran las marcas de frenadas que hay en el piso y algunos sustos que ya se han producido en esa curva".

La alcaldesa coincidió con el concejal en la peligrosidad de ese tramo, e incidió en que además de las aceras, se colocarán señales verticales de limitación de velocidad.

En cuanto a la calle que une el puente Ranero y el barrio de Penías con el de San Andrés, en Somahoz, la M-30, Argumosa recordó que también se ha convertido en los últimos años en una vía muy concurrida, tanto en lo que se refiere al paso de vehículos como en el de peatones. La construcción del tanatorio y el punto limpio han contribuido a aumentar su densidad de tráfico rodado y peatonal.

En el arranque de esa vía desde el puente Ranero "se echa en falta la presencia de una acera, que sí existe desde ahí en adelante", dijo el portavoz regionalista. Añadió que es un paso estrecho, de doble sentido de circulación y con poca visibilidad, con la caída hacia el río en un lado, donde pasar, especialmente andando, supone un claro peligro".

Mercedes Toribio reconoció que es un ruego importante aunque de difícil solución, por el problema que supone la estrechez de esa vía y la necesidad de ganar terreno permitiendo a su vez el cruce de dos vehículos.

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