La Consejería de Obras Públicas y Vivienda y el Ayuntamiento de San Felices de Buelna afrontan las obras de mejora de la carretera que une Las Caldas de Besaya con el barrio de Sovilla, vía cortada por la eliminación de un peligroso y estrecho puente en su confluencia con el nuevo tramo de la CA-170. El alcalde, José Antonio González Linares, afirmó ayer que espera poder reabrir al tráfico esa carretera antes de que termine la semana. El estrecho puente se situaba en una ese de la carretera que convertía ese tramo en muy peligroso, un punto negro donde habían tenido lugar varios accidentes.

El alcalde explicó que desde la apertura al tráfico de la nueva variante que comunica la Autovía de la Meseta, en Barros, con Puente Viesgo, la carretera de Las Caldas a Sovilla ha notado un fuerte incremento del paso de vehículos. Con ello, dijo, González Linares, aumentaron también los problemas de una carretera que tenía un grave embudo junto a la salida de la nueva CA-170. De hecho, dijo el alcalde, no podían pasar dos coches a la vez, con lo que la seguridad de los conductores se veía comprometida en horas punta. Un pequeño tramo en ese que soportaba un viejo y estrecho puente sobre piedra que se ha demolido para sustituirlo por uno más ancho de hormigón. “No se podía continuar así, era una obra muy importante por el peligro del tramo con lo que estamos satisfechos con la actuación”.

Por el ritmo de las obras se espera que puedan terminar a lo largo de la semana, conectando el nuevo puente con el resto de la vía y asfaltando el tramo.