Dispositivo de rescate para José Ignacio Martes, 25 Junio 2013 Dispositivo de rescate para José Ignacio

Nuevo rescate de los bomberos a un vecino de Los Corrales

La esposa de José Ignacio Pérez está a punto de perder la paciencia y la cuenta. Una vez más, y cada vez más frecuente, el estado de salud de su marido ha provocado todo un despliegue de profesionales de la seguridad y la medicina para poder sacarlo de casa y trasladarlo al Hospital de Valdecilla. Policía, bomberos, médicos, vecinos han vuelto a asistir a un rescate que, por lo demás, empieza a ser demasiado frecuente. Un espectáculo que se repetía en la tarde del martes, y en mayo, y a finales y mediados del año pasado, y todo para terminar recuperándose más o menos y esperar a ver cuándo es la próxima vez. De nuevo, José Ignacio no estaba para nada. El dolor le hacía gritar en algunos momentos y la cara de Beatriz Lasarte, su esposa, era un poema. No había palabras. Pero si incidían en que necesitan una solución ya.

Beatriz Lasarte y José Ignacio Pérez solo anhelan poder llevar una vida más tranquila, dentro de lo que cabe. Sin sobresaltos, pero eso solo pasará en otra vivienda que permita el acceso de una camilla y el traslado al hospital en las mismas condiciones que otros enfermos. Sin necesidad de que los bomberos desplieguen sus escalas más potentes para sacarlos por una ventana, meterlo en una camilla y descenderlo con sumo cuidado hasta una unidad de emergencias.

El mal que sufre desde hace dos años hace que su cuerpo, sin previo aviso, se quede rígido, como un bloque, y en el edificio en el que vive, sin ascensor, nada se puede hacer para sacarle por las escaleras, especialmente estrechas. Así que en las cuatro últimas ocasiones han tenido que acudir los bomberos, primero los del parque de emergencias de Los Corrales de Buelna y, a continuación, los de Torrelavega, con una escalera mejor dotada para un rescate como el que hay que llevar a cabo con José Ignacio. Vive en un tercer piso y para poder bajarle y meterle en una ambulancia que le lleve de urgencia al Hospital de Valdecilla hay que montar todo un dispositivo que lleva, yendo todo bien, dos horas.

Por eso su reivindicación se dirige a las entidades financieras, para que faciliten una permuta de su casa, en un tercer piso, por un bajo. Quiere las mismas condiciones de su vivienda para, de una vez, dejar de ser el centro de atención cada vez que su espalda queda rígida y la única posibilidad para sacarle de casa es una camilla y una escalera del Cuerpo de Bomberos. “Solo pido una permuta para salir de este atolladero que cuesta dinero al estado y a mi familia disgustos y sufrimiento”.

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