La fisonomía del centro de Los Corrales de Buelna ha cambiado en apenas 20 días, con los trabajos de relleno de lo que iba a ser un gran aparcamiento subterráneo y se quedó en un inmenso hoyo en pleno casco urbano. Como se había adelantado por parte del concejal de Obras, Serviliano González, los trabajos de tapado de ese gran agujero han ido a muy buen ritmo y prácticamente han concluido, adelantándose al calendario previsto. Una media de 60 a 70 camiones diarios han ido depositando cerca de 800 metros cúbicos de material de desecho cada jornada, hasta los 13.000 metros cúbicos contratados.

Antes se desecó el terreno, que era una laguna improvisada, y en esa tarea se ha añadido una bomba que ha contribuido a retirar el agua acumulada en los garajes del único edificio a medio levantar en esa finca. También se están cerrando las paredes de esos garajes que dan al sur por si, en un futuro lejano, se puede pensar en terminar el edificio. Queda poco ya para rematar las obras. Se revestirán las paredes laterales hacia Authi, Capitán Cortés y la Avenida Cantabria, hacia el centro del solar, que quedará algo más de dos metros por debajo del nivel de esas calles. La intención es eliminar el riesgo de accidentes en esas zonas, especialmente pensando en los niños que puedan jugar aprovechando la situación.