Aunque no tienen intención de deponer su protesta, cierto aire de optimismo ha llegado en esta semana a los afectados por la Ley de Montes acampados en los soportales del Ayuntamiento de Cartes. No a todos, ni siquiera a los que más días llevan de acampada, pero les vale. Su portavoz, José Luis Rubio, hablaba de la llegada de seis expedientes resolutorios, uno negativo y el resto positivos, el mayor número después de más de dos años de litigio entre los afectados, el Ayuntamiento y el Gobierno regional.
Y aunque aún queda al menos otra decena por resolver, la última remesa ha dejado entrever algo de luz en un asunto a punto de llegar a su final, para bien o para mal. No en vano, el alcalde de Cartes, Bernardo Berrio (PP), avanzaba el pasado viernes que en julio podría haber terminado el largo contencioso sobre la propiedad de fincas en montes de utilidad pública con una resolución definitiva del Ejecutivo cántabro.
Entre tanto, mantas, colchones, sillas, carteles e incluso una pequeña televisión son el mobiliario que se encuentran los visitantes del Ayuntamiento en su entrada lateral desde el 24 de marzo. Y con ello, una gran lona que cierra una arcada completa para guarecerse durante la noche y pancartas de todo tipo. Las más grandes piden la dimisión del presidente de Cantabria, Ignacio Diego, por “hacer promesas y no cumplirlas” y de la consejera de Ganadería, Blanca Martínez, y el director de Montes, Jorque Manrique, por “incompetencia”. Cada vez quedan menos, pero continúan con la lucha y siguen a la espera de “una decisión definitiva”, decía el portavoz, José Luis Rubio, uno de los que aún no saben nada sobre su situación.
