Los vecinos de Molledo ven con buenos ojos que sus quejas sobre la situación de la estación de Renfe hayan sido atendidas al final por la Administradora de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). En principio han señalado que la información que la empresa les ha trasladado es que se clausurará la parte del edificio utilizada como estación y en su lugar ya se está levantando una marquesina que sirva de refugio a los usuarios del tren.

Los vecinos se habían quejado ante Renfe del mal estado del edificio, y la empresa les remitió a Adif. Así llevaban los usuarios de los trenes en Molledo un año. Hasta ahora, cuando han comprobado como personal de Adif asumía la necesidad de acabar con lo que era un peligro, la parte del edificio que servía de estación, y afrontar la construcción de una marquesina como refugio ante el invierno.

Las quejas de los vecinos se agravaron en diciembre del año pasado, cuando comenzó a caerse el tejado de la sala de espera, hoy completamente inservible e incluso acordonada por el riesgo de que siga cayéndose el tejado. Algo que sucede cada día, como contaba una de las usuarias, Josefina Quevedo, cansada de quejarse ante todos los estamentos sin recibir respuesta. El techo se caía y la falta de puertas convertía la estación en un «cañón» justo donde se había colocado el único banco utilizable.

Los usuarios, muchos mayores y jóvenes que cogen el tren de madrugada, no tenían un sitio para refugiarse y las salas abiertas de la estación daban más miedo sobre lo que escondían que la posibilidad de esperar al tren a la intemperie. «Para la gente que coge el tren a primera hora era toda una aventura que en invierno se estaba haciendo muy cuesta arriba, con más frío y menos horas de luz», decían los vecinos.

Con todo, incluso los vecinos habían adelantado como posibilidad la solución que ahora se hará cierta, contar al menos con una marquesina donde refugiarse en los días de frío y lluvia. Otra usuaria, María Isabel Múgica, lo adelantaba en diciembre: “al menos se podrá hacer una marquesina, porque ahora no puedes estar ni dentro ni fuera de la estación”.

De todas formas, la decisión de clausurar el edificio acaba con mucha historia, protagonista de episodios vividos y narrados por grandes hombres como Torres Quevedo o el escritor Miguel Delibes, en un pueblo, Molledo, del que salieron grandes e importantes ferroviarios.

La estación fue abierta al tráfico el 2 de octubre de 1860 con la apertura del tramo Los Corrales de Buelna-Barcena de Pie de Concha, de la línea que pretendía entonces unir Alar del Rey con Santander.