Alcubilla y la familia Prieto, una de las afectadas Lunes, 17 Diciembre 2012 Alcubilla y la familia Prieto, una de las afectadas

Los vecinos de Cieza se unen para pedir seguridad en las carreteras

Los vecinos de Cieza se han unido para reivindicar ante el Ayuntamiento y la Consejería de Obras Públicas y Vivienda del Gobierno de Cantabria la colocación de reductores de velocidad en la carretera que cruza el valle. Desde hace años viven preocupados con la velocidad que los turismos llegan a alcanzar en esa vía, y, una costumbre muy extendida en el municipio, pasear a lo largo del valle, de pueblo en pueblo, se está convirtiendo en todo un deporte de riesgo. Hace un año los tres grupos municipales coincidieron en proponer en sesión plenaria medidas para frenar esa preocupación. Semáforos, reductores, radares fueron algunas de las propuestas, aunque en el equipo de gobierno municipal que preside Agustín Saiz se preferían semáforos. Los vecinos recibieron con ilusión las buenas intenciones, pero transcurrido un año han optado por adelantar camino. Así, la primera medida ha sido reunir firmas, y la idea ha resultado más que bien. En una primera fase se recogieron 201 firmas en el pueblo de Villayuso, el más afectado por la estrechez de la carretera y el peligro de pasear por ella. También se sumaron algunas firmas del barrio de La Rueda. Esas firmas se presentaron ante el Ayuntamiento y se registraron, para notificar la intención de los vecinos a los concejales y adelantar su intención de convocar una reunión a tres bandas, Consejería de Obras Públicas, Ayuntamiento y vecinos.

Pero no se quedaron ahí. Liderados por Alberto Alcubilla siguieron recogiendo firmas y así sumaron otras 103 en el pueblo de Villasuso. Teniendo en cuenta que aún queda Collado, el tercer pueblo del valle, y que en total Cieza cuenta con unos 600 vecinos, la cifra es más que suficiente, porque supondría que prácticamente todos los habitantes mayores de edad han firmado la petición. Como decía Alcubilla, “el pleno de firmas refleja la necesidad urgente de adoptar medidas para reducir la velocidad”. En invierno se incrementa la preocupación, porque “ahora anochece pronto y la reducción de visibilidad, sumada a la más baja intensidad de luz de las farolas, hace más peligrosos los tramos curvos con las viviendas pegadas a la carretera y sin aceras”. De hecho, decía, “ha hemos sufrido más de un incidente entre conductores y peatones, a veces por falta de visibilidad, otras por exceso de velocidad”. Al ser de titularidad regional la carretera, quieren que la Consejería de Obras colabore en la búsqueda de “la mejor solución y garantizar la seguridad vial, tanto de conductores, como, sobre todo, de los viandantes”. En esa reunión los vecinos expresarán sus preferencias, la colocación de bandas reductores de velocidad en varios puntos de esa carretera regional.

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