Ayuntamiento, asociaciones y vecinos de Los Corrales de Buelna están preocupados con el estado actual de la Estela Gigante de Barros, símbolo de Cantabria y uno de los monumentos más importante de la arqueología nacional. Las pocas visitas que se pueden realizar al parque que la alberga, cerrado por una disputa sobre su titularidad entre Obispado y Ayuntamiento, dejan bien a las claras que su situación no es la mejor. En los días de lluvia una gotera cae de forma constante sobre la estela, que presenta ya un lateral con verdín e incluso con lo que podrían ser hongos. El concejal de Servicios municipales, Gestión municipal y Nuevas Tecnologías del Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna, Joaquín Espinosa Mazón (PP), reconoció en su última visita una viva preocupación, aunque no quiso evaluar los daños por falta de conocimientos sobre la materia.

Bien es cierto que no hay ninguna duda sobre la situación del edificio. Varias goteras caen desde la franja de techo traslúcido, una directamente sobre un lateral de la estela, y las paredes, especialmente la que linda al este, están llenas de musgo por las constantes filtraciones de agua. Los vecinos de Barros ya han pedido soluciones y han explicado al concejal la situación del Parque de las Estelas. Incluso se han dirigido a otros estamentos, donde se les ha contestado que “algo de humedad es bueno para la piedra”. Pero seguro que no tanto, porque, como atestiguan los vecinos, ya no es cuestión de humedad, sino de filtraciones de agua, con goteras en el techo y goteos constantes de agua en las paredes”. Incluso tienen dudas sobre unas fisuras aparecidas en otro de los laterales de la gran rueda de Barros, mas visibles que hace unos años. Nadie quiere cambiar su ubicación, pero todos reclaman un estudio técnico que aclare la situación de la estela y obras urgentes para acabar, al menos, con las goteras.