Gobierno y oposición en Anievas han vuelto a protagonizar un desencuentro más que tenso tras una sesión plenaria en la que se aprobó la venta de una finca municipal para la construcción de la primera fase de viviendas sociales en el valle. El alcalde en minoría, Agustín Pernía (PRC), lamentó ayer mismo la “tirantez” con que recibe cualquier propuesta “incluso felicitación” el anterior alcalde, José Diaz (PP), quien, según Pernía, “al recordarle que el alcalde ahora soy yo me contestó que a saber hasta cuando”.

Todo comenzó una vez terminada la sesión plenaria, con acuerdo unánime sobre la venta de la finca. En ese momento el alcalde regionalista felicitó a la Corporación por haber logrado salvar todos los trámites necesarios para la puesta en marcha de un proyecto que su gobierno considera “imprescindible” para el futuro del valle. En ese momento comenzó la discusión. La felicitación del alcalde a los grupos políticos se transformó en un arma de doble filo. Saiz arguyó no sin cierta ironía que “es una pena que se vayan a hacer las casas ahora que ya no soy alcalde”, aludiendo a posibles trabas durante la pasada legislatura por parte del entonces gobierno regional. Una cuestión que fue rebatida por Pernía emplazando a quien quiera a consultar el expediente de tramitación del proyecto.

El tono fue subiendo y se adentró en posibles ayudas o trabas a lo largo de esea tramitación del expediente. Saiz pidió a Pernía que bajase el tono a lo que el alcalde le recordó que el pleno había terminado, que estaban en su despacho y que “el alcalde soy yo”. La respuesta de Saiz fue elocuente: “ya veremos hasta cuando”. El alcalde ha dejado claro que “la frase es muy clara, y cada uno que la interprete como quiera, pero estamos en democracia y así son las cosas”. Desde hace unas semanas se habla en el pueblo de una posible moción de censura liderada por el PP y apoyada por el único concejal del PSOE, desmarcado de su pacto inicial de gobierno con el PRC. Pernía señaló ayer que “no creo que suceda, pero en todo caso lo aceptaría, aunque con pena, porque Anievas no puede volver al inmovilismo que ha sufrido durante años”. Aun así incidió, “esta es la grandeza de la democracia”.