Las agresiones al patrimonio de Los Corrales de Buelna continúan siendo una constante en una primavera que ya ha visto ataques a varios edificios y monumentos públicos y privados. Esta vez esos actos vandálicos se han cebado en la Cruz de los Caídos, en el centro de la localidad, una zona muy transitada, y a plena luz del día. Los autores tiraron un cubo de pintura blanca a un monumento que ha sido objeto de varias pintadas en los últimos años, algunas 'gamberradas', otras más focalizadas políticamente y, ahora, un cubo entero de pintura.
El concejal en funciones de Servicios, José Manuel Martínez, lamentó ayer lo sucedido, asegurando que los autores de las pintadas que asolan el patrimonio monumental y arquitectónico "son una minoría, frente a la inmensa mayoría que cuidamos nuestro pueblo". "No sé qué se consigue", dijo, al señalar que "un monumento te podrá gustar más o menos, pero ante todo hay que tener respeto, porque si cada cosa que no nos gusta nos lleva a ir contra ella estaríamos todo el día a la gresca, no tiene sentido".
Como ya ha hecho en otras ocasiones pidió la colaboración ciudadana, "el pueblo es de todos y si alguien ha visto algo con comunicárnoslo a nosotros es suficiente, nada más, yo me encargo del resto, porque si nadie dice nada seguirá habiendo impunidad y los autores sabrán que sus actos no tienen consecuencias". Aseguró que "nos guste o no, estas acciones son responsabilidad de todos, pensemos que lo siguiente puede ser nuestra casa o la rotura de cristales de nuestros coches, como ya ha pasado, hay que acabar con esa impunidad".
Terminó adelantando que en la medida de lo posible se irán limpiando todos los monumentos.
La Cruz de los Caídos ha sido protagonistas demasiadas veces de esos ataques. Hasta ahora el más sonado sucedió en 2014, cuando fue uno de los lugares de Los Corrales en los que apareció pintada la bandera republicana. Aquel hecho terminó en un debate plenario centrado en la utilización de recursos públicos para limpiar o adecentar esa propiedad que se suponía era de la Iglesia, pero los últimos documentos encontrados hablan de que fue donada al pueblo de Los Corrales de Buelna, con lo que sería propiedad municipal. Aquel año la inmediata limpieza de la enseña tricolor en la Cruz de los Caídos enfrentó al gobierno popular con el grupo municipal socialista, que criticó la "celeridad" en la utilización de recursos públicos para limpiar la pintada.
Se trata de una gran cruz de piedra levantada en un terreno que una familia corraliega donó al municipio. Tiene una base piramidal escalonada y está situada junto a la iglesia parroquial San Vicente Mártir, en la confluencia de las calles Felisa Campuzano y Avenida Condesa Fojas de Buelna, un monumento que se inauguró el 17 de julio de 1941.
