La Concejalía de Obras y Urbanismo del Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna ha sumado a los puntos conflictivos a eliminar en el casco urbano uno que ya ha dado más de un disgusto a las personas que pasean por la calle Torres Quevedo, un pequeño pero peligroso tramo en el que no hay margen para que los peatones estén a resguardo del intenso tráfico que soporta esa calle.
Desde hace meses se han mantenido contactos con la familia propietaria de una esquina que se adentra en plena carretera, junto a la plaza de la Pontanilla. De esos contactos ha surgido el previo acuerdo para que ese terreno, apenas 21 metros cuadrados, pase a ser municipal y comenzar las obras de ampliación de la calle, dando continuidad a las aceras de la plaza.
La Corporación ya ha aprobado el proyecto y una memoria valorada de las obras de continuidad de las aceras que cifra el presupuesto en 22.107,90 euros. Los propietarios son tres hermanos de una conocida familia de Los Corrales de Buelna que en todo momento, como destacó el alcalde, Luis Ignacio Argumosa, han facilitado los trámites.
El objetivo es convertir ese terreno, en la actualidad parte de una finca y lo que fue terraza de un conocido pub, en vía pública para ampliar aceras y mejorar la visibilidad de la salida de una urbanización anexa. Todo ello en una de las calles que desde hace años es diana de las miradas preocupadas de gobernantes y vecinos por el incremento del tráfico pesado hacia una no menos creciente fábrica de maderas instalada en el valle.