Las escuelas de Villasuso de Anievas se han convertido en una referencia artística e histórica para toda la comarca, en una clase práctica a primera vista sobre las tradiciones de la Cantabria rural. Un grupo de vecinas del valle, guiadas por la profesora de arte Patricia Hernández, ha realizado, en la fachada de esas escuelas, un mural homenaje a la mujer rural, recreando con sus pinturas las costumbres y hábitos que tenía la mujer en tiempos pasados, un reflejo de "la forma de vida de antes en los pueblos", como ellas mismas señalan.

La idea surgió en Villasuso, cuando por las tardes, entre lienzos y pinturas, se contaban unas a otras anécdotas de sus años mozos, hablaban sobre cómo se vivía, de cómo se trabajaba de sol a sol y cómo se empleaba el poco tiempo libre que tenían. Muchas de esas historias se han recopilado en "una nube de colores" plasmada entre todas en la pared principal de las escuelas "para que quede reflejado para siempre y nunca se olvide nuestro pasado". De ahí el nombre del mural, 'la raíz de nuestra tierra'.

Patricia Hernández ha disfrutado con la experiencia: "ha sido muy grata porque además de hacer lo que me gusta, pintar, he aprendido mucho de todas ellas, anécdotas que reflejan la historia del valle, de una Cantabria rural que han sabido trasladar al mural".

Ya ningún vecino pasa por ahí sin volver la mirada, sin descubrir un detalle más de lo que significa para el pueblo haber convertido en un gran lienzo la fachada de la escuela en la que tanto aprendieron. "Reaviva nuestros recuerdos de aquellos tiempos y de tantas personas, amigos, que pasaron por aquí", dicen los vecinos, admirando el trabajo de sus compañeras de viaje.

"Os invitamos a que vengáis a Villasuso y disfrutéis de este mural", dicen las artistas, orgullosas de haber participado en un trabajo que ha sido subvencionado por Dirección General de Igualdad y que enseñan encantadas a cuantos se acercan al pueblo.