Una veintena de vecinos de Arenas de Iguña han registrado en las oficinas municipales un escrito de alegaciones contra el proyecto de reforma de la travesía que une el pueblo con San Juan de Raicedo, solicitando la "redefinición" de la obra "para potenciar el tránsito peatonal y el paseo por otras vías, y mejorar la seguridad en la travesía mediante señalización y otros mecanismos, evitando afectar a los vecinos con expropiaciones innecesarias".

Son la práctica totalidad de los afectados por la expropiación forzosa del proyecto de acondicionamiento de la CA-271 que el propio consejero, José Luis Gochicoa, presento en el Ayuntamiento hace unas semanas, una inversión superior a los 1,1 millones de euros que plantea una calzada de dos carriles de tres metros cada uno y aceras en ambos lados de dos metros, incluyendo una senda peatonal. También prevé la ampliación del actual puente sobre el río Besaya.

Los afectados han expresado su oposición al proyecto ante la Consejería y el Ayuntamiento en sendos escritos en los que reflejan que "no se ajusta a las necesidades reales de vecinos y viandantes".

También han mostrado su "enfado" ante "la forma en la que se ha gestionado el asunto" desde ambas administraciones, "pues no se ha consultado previamente a los verdaderos interesados, los vecinos del lugar, que son los conocedores de los usos y carencias de dicha vía".

Consideran que el proceso "ha estado falto de transparencia" y que "han tenido conocimiento del mismo únicamente al comenzar las expropiaciones".

Aseguran que las aceras prevista a ambos lados de la calzada "no tienen justificación técnica" al no existir continuidad, dicen, "entre las nuevas aceras y el resto del núcleo urbano".

En su escrito solicitan "que se consideren otras alternativas al tránsito de peatones que no han sido estudiadas porque los redactores del proyecto son desconocedores de las necesidades reales de los viandantes". También alegan que la reducción de plazas de aparcamiento en la plaza paralela a esa vía "afecta a la seguridad" y entienden que, en general, la obra "no servirá para que la gente pasee", proponiendo que para ello "se habiliten zonas realmente atractivas, como la ribera del río".

En la presentación del escrito en el Ayuntamiento de Arenas de Iguña aseguraron que esperan que el alcalde, Pablo Gómez, ejerza de mediador ante la Consejería de Obras Públicas para que se atiendan sus peticiones.

El alcalde ha señalado que la intención de Ayuntamiento y Consejería ha sido dar la mayor transparencia posible al proyecto, motivo por lo que el mismo consejero explicó las características de la obra en la Casa Consistorial. Aun así, afirmó que se han recogido las propuestas vecinales y se remitirán a la Consejería, la competente en ese campo, para su estudio.