A los alumnos de los cuatro ciclos formativos del Instituto de Enseñanza Secundaria Estelas de Cantabria de Los Corrales de Buelna no les preocupa su futuro laboral. En un sector boyante como la eficiencia energética, se gradúan con las necesarias acreditaciones profesionales y con expectativas reales de lograr de forma inmediata un empleo. Algunos incluso se permiten el lujo de elegir entre las muchas empresas que se les disputan en un mercado hambriento de personal formado en ese ámbito. Es de los pocos sectores en los que la demanda de las empresas es superior a la oferta de auténticos profesionales. Y la situación irá a peor, porque si se tienen en cuenta los estudios que se han hecho en el País Vasco y se extrapolan a Cantabria, en la próxima década se necesitarán 600 profesionales en ese sector, algo que al ritmo actual será imposible cubrir.

Antonio Serrano es el jefe de estudios del IES Estelas en Formación Profesional y uno de los máximos defensores de la orientación hacia un sector que se puede nutrir de alumnos "que salen de aquí con carné profesional y muchas horas de vuelo teórico y práctico". Lo dice tan orgulloso como preocupado, porque no logran cubrir la demanda de muchas empresas que llaman cada curso a sus puertas para contratar técnicos en la materia. El instituto imparte cuatro ciclos formativos, dos de grado medio, uno de Producción de Calor y otro de Instalaciones Frigoríficas y Climatización, y dos de grado superior, uno de Eficiencia Energética y Energía Solar Térmica y otro de Mantenimiento de Instalaciones Térmicas, únicos en toda Cantabria y todos "bajo el paraguas de la eficiencia energética", sector puntero, asegura. En el centro "trabajamos tanto en el área de las energías renovables como en la eficiencia energética, en la instalación y en el mantenimiento de esas instalaciones, situando directamente en el mercado laboral, promoción a promoción, auténticos profesionales". Un sector, además, apunta, "en plena evolución" con la llegada de las energías renovables, porque los equipamientos van cambiando, hay que adaptarlos a las nuevas normativas, y en todo ese ámbito se forman los alumnos.

Y más que podrían formarse, porque no se cubren todas las plazas, "tenemos capacidad para tener más alumnos y nos gustaría, para poder dar respuesta a la alta demanda de las empresas del sector". Podrían tener hasta 30 alumnos por ciclo, 120 en total, y este año no llegan a 50 los graduados "porque no hay más", y todos con expectativas reales de trabajo. Incide en que "tenemos muchas empresas que nos llaman y para las que no tenemos suficientes graduados".

Alumnos

Oscar Barquín es uno de los alumnos que se ha graduado este año en el ciclo superior de Mantenimiento y nada más recoger las notas ya se preparaba para una entrevista de trabajo ese mismo día. Sabe, porque así lo ha elegido, que se ha formado en un sector "con grandes expectativas de trabajo". También destaca la formación recibida, "una enseñanza que nos acerca al mundo real de trabajo", un sector, dice por experiencia, "en el que me consta que hay demanda de profesionales".

Empresarios

Luciano Valle, vicepresidente de la Asociación Nacional de Instaladores, que agrupa a unas 20.000 empresas del sector, reconoce abiertamente que "tenemos un grave problema de instaladores, es muy complicado encontrar personas con la capacitación necesaria". Más aún en la situación actual, en la que el técnico "tiene que estar formado en un sector que ha evolucionado mucho en los últimos tiempos". Asegura que cada día hay más puestos de trabajo por cubrir en ese sector y reconoce que a los alumnos que salen del instituto corraliego, en cuanto se ponen a trabajar, "se les nota la formación recibida". Su preocupación se transforma en una pregunta: "¿hacia dónde estamos orientando a los alumnos, a disciplinas en las que no hay trabajo o aquellas en las que se necesitan realmente profesionales?