El polígono de Barros será protagonista las próximas semanas del estudio que una empresa especializada realizará sobre su estado actual, anotando puntualmente las deficiencias en asfaltado y aceras o las dañadas canalizaciones de servicios como el agua o la energía eléctrica. Un área necesitada de una intervención global que no ha tenido lugar desde la primera venta de una parcela, el 1 de octubre de 1987.

El alcalde, Luis Ignacio Argumosa Abascal, ha anunciado que se ha adjudicado el diagnóstico de todos los deteriores que presenta ese polígono a la empresa Ingenia en 17.200 euros, "y ahora esperamos que aporte las medidas a adoptar en los dos próximos años para dejar el polígono en las mejores condiciones posibles para los empresarios y los usuarios en general". Ese informe, dijo, "nos dirá todo lo necesario para elaborar un proyecto de reparación integral del polígono.

En esa intención tienen mucho que ver los chopos que franquean la Avenida Álvarez de Miranda, viejos árboles, algunos ya podridos, que con sus raíces han levantado pavimento y aceras y reventado las canalizaciones de diferentes servicios. Han sido los responsables, por ejemplo, de que durante muchos años apenas haya habido alumbrado en todo el polígono. En ese sentido el alcalde recordó que "se ha renovado un alumbrado que hasta hace apenas un año era más que escaso", se ha dotado la zona de banda ancha y se plantea la mejora de servicios como el saneamiento o la recogida de residuos.

El concejal de Obras y Urbanismo, Julio Arranz, habló de la finalización de las obras de construcción de una nueva rotonda en la avenida principal, obras acometidas por la empresa Ascan con un presupuesto cercano a los 37.000 euros y que han consistido en la construcción de la rotonda, el asfaltado de todo su entorno, bacheado de esa avenida principal y nueva señalización. El concejal de Obras explicó que en esa zona se han pintado cuatro pasos de peatones y se ha mejorado el acceso al barrio del Coiño, algo que también, dijo, hacía falta.

Recordó que la empresa Noribérica ha despejado una amplia zona al este del polígono que en un futuro cercano se convertirá en la primera área de aparcamiento para camiones de esa zona industrial, una obra que ha supuesto para el Ayuntamiento un gasto cercano a los 18.000 euros. Una vez despejada completamente esa parcela se adjudicará la urbanización de la misma para convertirla en aparcamiento para los muchos camiones que aprovechan las calles y avenida principal del polígono para estacionar.

Por su parte, el jefe de la Policía Local, Tomás Gutiérrez, explicó que los empresarios han solicitado la construcción de una nueva rotonda pero avanzó que no está en previsión levantar más glorietas y sí reforzar la señalización en algunos de los cruces más problemáticos.

También se prevé regular la entrada a la ITV, evitando que las colas de vehículos interrumpan el tráfico. Se aplicará una nueva señalización para evitarlo, dijo.

La apuesta de Alfonso Álvarez Miranda (el hombre que da nombre a la avenida principal del polígono industrial de Barros) desde el Ministerio de Industria por la declaración de Los Corrales de Buelna como zona de preferente industrialización propició un proceso que tomó forma el 25 de octubre de 1978, día en el que salió a concurso la construcción del polígono, con un presupuesto de ejecución de 297 millones de pesetas. Concluyó en 1987, con la inauguración de un área con 687.210 metros cuadrados en total, de los que 436.598 era terreno útil para levantar instalaciones, y el resto para equipamientos, viales, zonas verdes o áreas de servicio. La primera venta de una parcela se producía el 1 de octubre de 1987.