En Cartes se respira indignación tras un sorteo que ha dejado fuera de las líneas de transporte escolar a 39 jóvenes que pretendían cursar sus estudios en el instituto de referencia, el Manuel Gutiérrez Aragón de Viérnoles. Las familias no acaban de entender que un sorteo marque el futuro de sus hijos y rompa los equilibrios que tienen que hacer a la hora de conciliar familia y trabajo para que sus hijos puedan cursar sus estudios de Bachilerato y módulos.

En el Ayuntamiento el enfado viene de serie y el alcalde socialista, Agustín Molleda, ha estallado contra lo que considera "un ejemplo más de nefasta gestión" de la Consejería que lidera la regionalista Marina Lombó. "No tiene justificación ninguna que un sorteo decida qué estudiantes tienen transporte y cuáles no, truncando las ilusiones de 39 jóvenes de nuestro municipio que han puesto todo su empeño en consolidar sus estudios", dijo. Algo que "va contra todo lo que algunos defendemos, una educación igual para todos en las mismas condiciones".

El alcalde aseguró que "no es este el modelo de educación en el que creemos algunos, una educación pública con la que a algunos se les llena la boca hablando de una igualdad que se conculca a la primera oportunidad". Y se preguntó si "¿alguien puede pensar que en esta Cantabria del siglo XXI con 15 años tienes que recorrer cuando menos 3,5 kilómetros hasta un municipio vecino para cursar la enseñanza pública?".

Ante esa situación el Ayuntamiento ya ha dado el primer paso, asegurando ese transporte, "como venimos haciendo desde 2015 y como seguiremos haciendo en nuestra decidida apuesta por garantizar la igualdad ante la educación pública, igual y con las mismas condiciones para todos, porque creemos que es la mejor inversión, pese a quien le pese". Agustín Molleda adelantó que su gobierno hará "un esfuerzo más, porque tenemos un compromiso con los jóvenes, los 300 menores de 17 años de este municipio, y no dejaremos de llamar a una puerta que de nuevo se nos cierra".

Tampoco plegó velas a la hora de hablar de la "falta absoluta de descoordinación con los ayuntamientos", de las decisiones "a salto de mata" y la "pésima capacidad de diálogo", rematando con que esa gestión de Educación es "la gran decepción en toda la comunidad educativa cántabra", con decisiones que "son una vergüenza, bajo mi punto de vista, y que no compartimos ni en la forma ni en el fondo".

El alcalde insistió en que "cargamos con la limpieza, con los materiales, con el protocolo Covid-19 sin que nadie cuente con nosotros en el inicio de curso y ahora, una vez más, la consejería deja tirados a 39 cartiegos, colmando el vaso de la desesperanza".

"Esto no es lo que queríamos, no es lo que esperábamos, ni es lo que, en el peor escenario, hubiésemos creído posible", finalizó.