Es el paso previo para la licitación del servicio de hostelería del edificio público Jueves, 17 Septiembre 2020 Es el paso previo para la licitación del servicio de hostelería del edificio público

Reforma del servicio de cocina del centro social La Rasilla

El Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna ha dado el visto bueno a la ejecución de las obras de mejora de toda el área de cocina del centro social La Rasilla, paso previo a la licitación de ese servicio de hostelería, «servicio que lleva demasiado tiempo ya cerrado», dijo el alcalde, Luis Ignacio Argumosa.

Para acometer esas obras se han presentado varias ofertas, explicó, la mejor la de la empresa Fernández, con un presupuesto de 35.500 euros. El alcalde señaló que las obras comenzarán «a la mayor brevedad posible».

«Puede ser un área de restauración muy apetecible para cualquier hostelero, con una terraza exterior muy amplia y buenos locales en el interior, con lo que esperamos que haya muchos profesionales interesados en pujar por quedarse con servicio». Así lo explicaron el alcalde y el concejal de Obras y Urbanismo, Julio Arranz, al apuntar a la necesidad de recuperar un servicio de hostelería que permitirá generar empleo además de ser un revulsivo para un edificio céntrico con un entorno magnífico en el que tienen su sede colectivos como la Asociación Municipal de la Tercera Edad, la de Mujeres de Buelna, la Asociación Guerras Cántabras o la de Hermanamiento con La Haye Fouassiere, además de contar con varios salones de actos que se utilizan prácticamente todas las semanas para talleres, cursos o ponencias. También es un aliciente la proximidad de un centro de estudios de Secundaria y Formación Profesional.

El centro se amplió en 2009 precisamente para mejorar su capacidad y apoyar el servicio de hostelería. Lo que empezó siendo un proyecto de construcción de una pista de baile para los colectivos de la Tercera edad se convirtió en un plan ambicioso de dotación de un local amplio para todo tipo de eventos, con capacidad para un gran número de personas sentadas.

Pero no pudo ser. Fue complicado adjudicar el servicio y en 2014 el empresario que se  había quedado con el bar renunció a la explotación y hubo que esperar hasta 2016 para adjudicarla de nuevo. Hace meses terminó el contrato y no ha habido continuidad. Una historia que se repite desde hace más de una década.

Si todo va bien el proyecto de reforma se iniciará este mismo año y se espera poder licitar el servicio de forma definitiva durante las próximas semanas.

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