Colegio José María Pereda Jueves, 10 Septiembre 2020 Colegio José María Pereda

Las familias con alumnos confinados tiran de "paciencia y tranquilidad"

Minutos antes de la una del mediodía del miércoles la vida de una quincena de familias de Los Corrales de Buelna se trastocó de arriba abajo. Muchos estaban esperando la salida de sus hijos del colegio José María Pereda cuando empezaron a sonar los móviles. La dirección les llamaba para avisarles de que un compañero de sus hijos había dado positivo en coronavirus.

Antes de que pudieran pensar en las consecuencias la dirección del colegio ya les había convocado para explicarles el protocolo. La directora, Yolanda Gutiérrez, les recordó lo que tendría que hacer el colegio y los pasos a dar desde ese momento, el primero cerrar el aula y confinar a la quincena de alumnos de ese curso de Primaria.

Luis, el padre de una de las alumnas, estaba a la puerta del colegio, esperando la salida y ya se había extrañado de la tardanza en salir de su hija y sus compañeros, más aún en estos tiempos en los que las entradas y salidas están prácticamente cronometradas. La dirección estaba hablando con su mujer y esta se lo comunicó a él. Dentro ya del colegio le explicaron los pormenores de la situación en la que van a vivir las próximas dos semanas.

Ayer reconocía que lo más duro fue empezar a pensar en cómo mantener entretenida a su hija durante su confinamiento, un tiempo que tendrá que pasar aislada, en la medida de lo posible, en su habitación. El resto de la familia, sus padres y hermano, vive con la normalidad que permite esa situación. No están confinados porque son contacto de la persona que ha tenido relación directa con un positivo. Hasta que no se haga el test PCR a la niña así vivirán. Un test del que nada saben aún.

Al llegar a casa la familia se puso en contacto con su pediatra. Poco que decir, de nuevo las indicaciones ya conocidas y reconocimiento de la dificultad de tener aislada a un niño o una niña. Se ha pensado mucho en los aislamientos de los adultos, pero poco en cómo pasar una cuarentena con un niño metido en su habitación. Luis explicaba que hacen lo posible por entretenerla, pero las horas se hacen muy largas, más pensando en los muchos días que aún quedan. "Lo llevamos mal, ella principalmente y nosotros también, es difícil asumir una situación así, pero sabíamos que podía pasar".

Tanto es así que, trabajando los dos, habían previsto un escenario como ese porque no tienen familiares cercanos que pudieran quedarse en su casa para atender a sus hijos. Por eso eligieron en sus trabajos turnos distintos, uno de mañana y otro de tarde. "De esta forma podemos estar en casa al menos uno y acompañar a nuestra hija, entretenerla en lo posible". La gusta pintar, y en ello pasa muchas horas, "con pinturas y con mandalas, que la gustan mucho". Pero los días van a ser muy largos.

La semana que viene tendrá otro 'entretenimiento', porque el colegio ha anunciado que los alumnos confinados recibirán clases por vía telemática para no perder días lectivos.

La familia mira el móvil con asiduidad, esperando que les llamen de Sanidad y les citen para la prueba PCR. Mientras tanto "paciencia y tranquilidad", como decía Luis. "Si da negativo, mejor para todos, si es positivo, pues nos confinarán y tendremos que pasar nosotros también por el test, pero de momento, esperamos acontecimientos".

Mientras habla está pensando en qué hacer para entretener a su hija, lecturas adecuadas, manualidades, algún juego. Como padre y por su trabajo tiene experiencia pero van a ser muchas horas y, sin ninguna duda, preferiría ser él el que estuviera aislado. Al fin y al cabo, también reconoce que por esos distintos turnos de trabajo lo tienen más fácil que otras familias que ya están haciendo encaje de bolillos para atender a sus hijos confinados y mantener sus empleos. Entre sus amigos lo tienen claro. Serán muchos padres los que de aquí en adelante tendrán que pasar por esa situación.

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