La Maya no presidirá la plaza de Santiago, en Silió (Molledo), como ha hecho desde tiempos inmemoriales. Es una víctima más del coronavirus, una tradición que se remonta en el tiempo preservada por los vecinos de un pueblo que ha entendido la imposibilidad de aunar esa antiquísima celebración con las normas higiénico sanitarias marcadas por la 'nueva normalidad'. Por mucho que se ha buceado en la historia de esa tradición, solo se ha encontrado  un año, a mediados del siglo pasado, en el que, por desavenencias con la autoridad de Montes, no pudo izarse la Maya. Incluso durante la Guerra Civil los vecinos habían alzado los dos troncos que la integran en la noche previa a Santiago Apóstol. Algún año el mal tiempo retrasó el levantamiento, siempre a golpe de riñón, de los robles unidos con medios tradicionales, pero, cancelarse sin prohibiciones de por medio, no se recuerda nunca.

Este fin de semana se reunió la Asociación Cultural Mayeros de Silió para analizar la situación y la decisión fue clara, "la normativa actual hace inviable el alzamiento de la Maya, no podemos cumplir todos los requisitos y menos poner en riesgo la salud de nuestros vecinos y los visitantes, porque no tenemos medios suficientes", dijo Sergio Balza, el presidente de ese colectivo. Tenían que colocar sillas en el entorno de la plaza distanciadas, distancias que tendrían que guardar también los participantes en el izado, con mascarillas incluidas e hidrogel para todos. "Entendemos perfectamente que Sanidad vela por la salud de todos, pero eso nos marca cuestiones que en buena medida no podemos garantizar, con lo que para eso, lo mejor es que, a pesar de los pesares, con cartel y programa hecho desde enero, lo mejor es cancelarlo todo", dijo.

"Hemos agotado hasta el último día, porque queríamos esperar todo lo posible, pero teníamos contratos que requerían una decisión y, al final, ya no sabíamos si el tiempo corría a nuestro favor o en nuestra contra".

Asegurar la salud de todos fue otro detonante de la decisión final, "especialmente en un pueblo con una alta media de edad". "Es una decisión muy dolorosa, que escuece, y que, la verdad, no nos esperábamos, porque estábamos convencidos de que podríamos hacerlo", reconoció Sergio Balza al señalar que así se lo han trasladado ya a la Junta Vecinal de Silió.

Terminó asegurando que la voluntad de la asociación es "luchar para mantener el alzamiento en el tiempo y prepararlo todo para el año que viene, porque seguiremos al pie del cañón, pasando página pero aprendiendo de lo ocurrido para futuras ediciones".