El comité de empresa cántabro quiere relajar un ambiente muy tenso tras conocer la noticia y el Ayuntamiento adelanta que no se abrirán los pabellones municipales Lunes, 22 Junio 2020 El comité de empresa cántabro quiere relajar un ambiente muy tenso tras conocer la noticia y el Ayuntamiento adelanta que no se abrirán los pabellones municipales

Los trabajadores de Nissan Barcelona buscan un pabellón donde quedarse en Los Corrales

(En el reproductor, Ángel Peña habla para los informativos de Radio Valle de Buelna).

El comité de empresa de Nissan Barcelona se ha puesto en contacto con los sindicatos con representación en la planta de Los Corrales de Buelna para solicitar formalmente ante el Ayuntamiento, a través de ellos, un pabellón donde pernoctar en su viaje a Cantabria, previsto para la semana que viene. Un viaje que ha soliviantado a un pueblo que no ha visto con buena cara la decisión de interrumpir la entrada y salida de camiones de la fábrica en un momento crítico de las negociaciones entre dirección y trabajadores sobre el futuro de la factoría.

De hecho, el lunes el comité de empresa cántabro estudiaba emitir un comunicado para relajar la tensión que había suscitado la noticia. El portavoz de CCOO, sindicato mayoritario en ese comité, Ángel Peña, reconocía que había hablado con sus compañeros de Barcelona sobre la petición de un pabellón y también señalaba que la intención de los trabajadores catalanes no era impedir la entrada y salida de la plantilla de Los Corrales, sino el movimiento de camiones. En ese sentido, explicó que en las fábricas de destino hay suficiente stock, con lo que la intención del comité catalán era más hacer ver su problema ante los medios nacionales que parar la planta cántabra. Pero también advirtió que no apoyarían cualquier medida de presión que excediera de esos límites.

El mismo lunes se pronunció otro miembro del comité de empresa, el portavoz de CGT, Javier Zorrilla, quien ratificó que su sindicato apoyará "en la medida de nuestras posibilidades, a los compañeros de Barcelona, con el convencimiento de que sabrán estar a la altura en el comportamiento adecuado que la ocasión precisa".

Aseguró que desde Barcelona han trasladado a CGT su "extrañeza" por el ambiente que se había generado en el valle de Buelna. Aseguró que desde Cataluña explicaban que el único objetivo de las concentraciones previstas en Los Corrales de Buelna era el de  "dar mayor visibilidad a la situación actual que está viviendo con el despido de los trabajadores de Nissan de las plantas de Barcelona" y, en ningún caso, "crear ningún tipo de perjuicio o problema a los compañeros de Cantabria". Apuntaban más desde Barcelona a una "confraternización" que a una confrontación.

Javier Zorrilla terminó señalando que "sería un detalle que honraría a las instituciones locales la cesión del pabellón o cualquier otra instalación municipal para que pudieran descansar estos compañeros que, desgraciadamente, se han visto obligados a hacer estas concentraciones en lucha por preservar su empleo".

Pero será complicado. En el Ayuntamiento el lunes ratificaban la intención de no abrir aún ningún pabellón al público, pero de todas formas el alcalde, Luis Ignacio Argumosa Abascal, adelantó que la decisión final se tomará en unos días, "una vez quede claro cómo se desarrollan los acontecimientos". También aclaró que no se ha recibido todavía ninguna petición en ese sentido.

Todo ello el mismo día en el que el comité de empresa de Nissan Cantabria respondía con un no tajante a la última propuesta de la dirección en las negociaciones del plan de ultra-competitividad, solicitando la presentación de una nueva propuesta por parte de la patronal. Bien es cierto que cuatro de los cinco sindicatos de ese comité, Sigen-USO, UGT, CGT y CSI, reconocían que la propuesta era "menos lesiva" que las anteriores.

La propuesta partía de una reducción del 5% de la jornada laboral, hasta 38 horas semanales; mantener el ERTE anunciado dejándolo al 84%, manteniendo las pagas extras y las vacaciones; o la congelación salarial en el periodo 2021-2023. Admitía dejar para un estudio más amplio la movilidad funcional y conservaba la reducción del complemento de incapacidad temporal por enfermedad común, algo que los sindicatos ya han dejado claro que no se debe tocar.

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