Despedida en el colegio de San Felices Lunes, 20 Abril 2020 Despedida en el colegio de San Felices

Los trabajadores de Cadmasa regresan paulatinamente a sus hogares

(En el reproductor Rubén y Celia, del Centro de Atención a la Dependencia Cadmasa).

Una decena de trabajadores de la residencia Cadmasa de Las Caldas de Besaya hicieron este lunes el petate para regresar a sus casas. Cumplidas tres semanas viviendo en el antiguo colegio de las monjas de San Felices de Buelna ya pueden volver con sus familias, con la tranquilidad de la confirmación de su negativo en el test de coronavirus, una prueba que se ha realizado a buena parte de la plantilla y residentes. A lo largo de la semana se hará a los seis trabajadores que quedan, incluido el director, Rubén Otero, que este fin de semana ya respiraba tranquilo tras vivir "una experiencia que no olvidaré en mi vida".

Hace apenas un mes la residencia fue el epicentro de un importante foco de coronavirus, con un residente fallecido, tres hospitalizados y una decena de positivos entre trabajadores e internos. La dirección y los trabajadores pidieron públicamente auxilio para encontrar un lugar donde descansar y no llevar a sus hogares la infección. Después de muchas negativas inesperadas, el Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna habilitó su pabellón cubierto, algo que agradecieron los afectados. El alcalde, Luis Ignacio Argumosa Abascal, tras tomar la decisión incidió en que tenía que ser una solución provisional porque la comodidad para los trabajadores era muy limitada. La solución llegó del Ayuntamiento vecino. El alcalde en funciones, Federico Crespo, ofreció el antiguo colegio de las monjas y a dirección y empleados de Cadmasa les pareció un lugar excepcional para dormir, descansar y disfrutar de unos momentos de ocio en lo que estaban siendo unas jornadas tan largas como exhaustivas.

Después de tres semanas en un exilio dorado los test solo han detectado un positivo entre los residentes, "extraño", como decía Rubén Otero, porque a la misma persona se le llevan haciendo pruebas desde hace un mes y en todas ha dado positivo. Es uno de los que está a la espera del test, con lo que seguirá viviendo en el colegio de San Felices de Buelna unos días, seguramente hasta el fin de semana. Aun así está contento, "es una buena noticia porque llegamos a tener 19 positivos y ahora solo tenemos uno". Ahora espera que no repunte esa situación pero insistió en que todos "estamos muy contentos".

"Han sido tres semanas en las que ha habido de todo, una convivencia muy intensa, una experiencia que no voy a olvidar en mi vida porque he compartido tiempo con una veintena de trabajadores y he aprendido muchas cosas, estoy tremendamente contento con todos ellos". Respecto a las instalaciones aseguró que "hemos estado muy cómodos y atendidos por los vecinos como si estuviéramos en casa, cada noche al llegar teníamos un regalo en la puerta, todos los días un bizcocho, un postre y a las ocho un aplauso para nosotros, el trato ha sido espectacular". Han sido, dijo, unos "privilegiados". "Mientras a otros compañeros les ponen carteles en los portales para que no vuelvan, porque contaminan, en este pueblo nos dejaron un sitio para dormir, nos ayudaron a montarlo, sin ningún miedo".

Celia es una de las trabajadoras que ya duerme en su casa, con su negativo bajo el brazo. Agradecida, aseguraba que "han sido tres semanas en las que hemos podido descansar, nos estábamos sintiendo como en casa, hemos estado muy a gusto y eso nos ha permitido desempeñar bien nuestro trabajo". Aseguró que la plantilla está muy agradecida "primero a Los Corrales, porque respondieron a nuestra llamada, y a San Felices por una solución magnífica que nos permitió reponernos tras días difíciles de turnos de 12 a 14 horas". "Realmente en el convento hemos podido descansar, muchas habitaciones, espacios comunes, incluso para adelantar trabajo". También habló de "una experiencia para poner en el currículo, una vivencia que llevamos ya en la mochila de cada uno", y reconoció que ha sido "una situación delicada en la que todo el mundo está más sensible para los buenos momentos y para los malos, y desde luego sales con una experiencia inigualable". También habló de la residencia, asegurando que "ya estamos todos más tranquilos". Es optimista de por sí, pero este lunes reconocía que "las primeras semanas fueron muy difíciles".

Luis Ignacio Argumosa Abascal se mostró muy satisfecho por la resolución del problema y, sobre todo, dijo, "por la situación general de buena salud de trabajadores e internos, plantilla que por fin podrá regresar a sus casas, con sus familias". Recordó que para cualquier cosa encontrarán en el Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna "todo nuestro apoyo y la ayuda que sigan necesitando". También expresó su alegría porque las otras dos residencias del valle, la de San Felices y la de Los Corrales "están libres del virus, un trabajo encomiable de todos sus trabajadores".

Para Federico Crespo ha sido también una "noticia fabulosa, porque tras todo este tiempo, su esfuerzo y su buen hacer, se merecen volver a casa". Ha hablado con ellos y le han trasladado que su estancia "ha sido muy cómoda, han estado muy tranquilos, muy felices, me han dicho, de haber estado en San Felices". Terminó asegurando que "esto demuestra que la planificación, adelantarse a los acontecimientos, siempre da sus frutos. El haber logrado en los primeros momentos del Covid-19 que el colegio pasara a la gestión del Ayuntamiento nos permitió reaccionar inmediatamente y dar a los trabajadores una solución que les ha venido muy bien".

El domingo a última hora los trabajadores y la dirección de Cadmasa quisieron devolver el aplauso a los vecinos y su agradecimiento a los alcaldes del valle, Policía Local y Protección Civil, desde las ventanas de ese colegio.

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