La dirección de la planta Hitachi en San Felices de Buelna y el comité de empresa han acordado la firma de un nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo motivado por la falta de pedidos tanto como por las restricciones marcadas por el Covid 19. Ambas partes han entendido la necesidad de dar respuesta a una situación excepcional y lo han hecho atendiendo tanto a las circunstancia económicas y laborales como las sociales y sanitarias, como explicó el presidente del comité, Roberto Ríos.
En el inicio de la expansión del coronavirus se había firmado ya un ERTE hasta el 22 de abril, con lo que lo que se ha hecho ahora es firmar un acuerdo que extiende esa situación hasta el 31 de mayo.
La empresa se compromete a complementar con 550 euros brutos al mes a cada persona que esté en situación de regulación. En principio afectará a toda la plantilla, con las excepciones que marque la demanda de trabajo que llegue de los clientes de la plata de la recta de la Agüera, dejando en su caso el cuarto turno para el momento en el que sea preciso responder a una demanda mayor.
Roberto Ríos (CCOO) explicó que los días en situación de ERTE no afectarán a las vacaciones, pagas extras o derechos adquiridos como becas, ayudas por hijos menores, discapacidad o primas.
Pero además de las condiciones económicas y laborales, también recoge un acuerdo ligado a la preocupación general por la expansión del virus. Así, el personal en situación de vulnerabilidad personal o familiar, podrá mantener su situación hasta el final del periodo a petición propia. Algo que también incluya a los empleados que estén al cuidado de menores y no dispongan para ello de una solución adecuada en el entorno familiar. En ese sentido también se atiende un posible retraso en los pagos del Estado, abriendo la posibilidad de pedir un anticipo de hasta 500 euros a devolver en tres nóminas.
Un acuerdo satisfactorio, según el comité de empresa, en el que se recoge "la especial sensibilidad de las dos partes con el Covid 19".
También se hizo mención a la vuelta al trabajo de 60 personas este martes, un regreso marcado por las medidas de prevención y seguridad además de escalonado. Cada turno tendrá una hora de margen en la entrada y salida, marcando el momento de hacerlo para evitar la confluencia de varias personas a la vez. También se han restringido los accesos al comedor, vestuarios o lavabos y se mide la temperatura al entrar en la planta. El ambiente, señaló el comité, es de "calma y tranquilidad".
La planta estaba atravesando "el mejor periodo de su historia" antes de la llegada del coronavirus, algo que ha provocado el que un centenar de trabajadores eventuales haya tenido que abandonar una fábrica de la que actualmente dependen 280 familias. La falta de noticias concretas sobre la vuelta a la actividad de la industria automovilística está lastrando el futuro inmediato de plantas como Hitachi.
