La Dirección General de Patrimonio Cultural actuará en una iglesia muy detiorada comenzando por un tratamiento contra xilófagos Martes, 03 Marzo 2020 La Dirección General de Patrimonio Cultural actuará en una iglesia muy detiorada comenzando por un tratamiento contra xilófagos

El cielo tendrá que esperar en San Andrés de Cotillo

Decir que la iglesia de San Andrés de Cotillo (Anievas) está dejada de la mano de Dios sería mucho decir, pero lo cierto es que necesita una intervención divina o humana urgente si no se quiere perder un templo destacado dentro del patrimonio religioso de Cantabria. Desde hace más de 30 años no se ha hecho nada en un edificio que sufre el ataque de la polilla en todo su interior, con suelos de madera hundidos que obligan a caminar con cuidado por el pasillo central. Las imágenes interiores sufren la carcoma y la exterior, un San Cristóbal del siglo XVII, rezuma hongos, mientras la maleza crece en su espadaña de leyenda.

Los vecinos estaban hartos del deterioro de su iglesia y así se lo trasladaron a los políticos antes de las pasadas elecciones. El PSOE tomó el testigo y su concejala, Florentina García, se presentó en la Dirección General de Patrimonio Cultural y Memoria Histórica, donde se entrevistó con su responsable, Zoraida Hijosa. Fue dicho y hecho, los informes eran concluyentes y se llegó a tiempo de incluir una primera intervención en los presupuestos generales de Cantabria.

Este martes Zoraida Hijosa y su equipo quisieron ver sobre el terreno la situación del templo, acompañadas por Florentina García y la persona que habitualmente abre esa iglesia para cuantas personas (que dice son muchas) quieren ver la riqueza que contiene. No hacía falta mucho más para comprobar los males que afectan al edificio. "Es necesario antes de afrontar cualquier actuación efectuar un tratamiento contra xilófagos en toda la iglesia, suelo, techos e imágenes", dijo. Una vez libre de ataques biológicos se acometerá el cambio de un suelo "muy deteriorado". "Sabíamos cómo estaba porque llevamos tiempo estudiando los informes, pero queríamos verlo in situ para cerciorarnos de cuáles eran las prioridades y empezar la obra cuanto antes", dijo Zoraida Hijosa.

"Los vecinos nos alertaron sobre lo mal que estaba la iglesia y me puse de inmediato en contacto con la directora, a la que le ha faltado tiempo para echarnos una mano", dijo García, tan contenta con la visita como preocupada por las carencias del templo.

Los vecinos explican que desde 1988 no se había tocado. "Y si van a hacer lo mismo que entonces, quizá es mejor que no hagan nada", decían algunos. Entonces se cambiaron las losas del suelo por la madera actual, con poca fortuna, como se puede comprobar. Las losas habían perdurado durante siglos. La madera no duró ni tres décadas. También se reparó la histórica pila bautismal, "dejando más hormigón que piedra". Y los vecinos se quejan de que entonces se llevaron el retablo mayor, donde estaban las imágenes que hoy esperan en la sala bautismal que les libren de la polilla. "No fue lo único que se llevaron, cuando levantaron el suelo había monedas y lazos con pedrería de los zapatos de los enterrados, y no hemos vuelto a ver nada por aquí". No son las únicas quejas. El marco en piedra del San Cristóbal exterior está muy afectado por hongos y apenas se pueden ver ya las figuras de santos, con palmas (mártires) o libros (apóstoles) en las manos y otras escenas popularesque dan forma a esa hornacina. Incluso se está deteriorando una imagen pintada sobre madera de la Virgen con el Niño, llegada desde Cuba gracias a la donación de una vecina hace ya muchos años, una pieza muy valorada por distintos expertos que han pasado por ese templo, según dicen los vecinos.

Ahora, algo escépticos, esperan la intervención de las autoridades, con la esperanza puesta en que sea el inicio de una serie de actuaciones que recuperan un templo declarado Bien de Interés Cultural en 1982. La iglesia, fechada en 1356 según una inscripción que aparece a la derecha de la portalada principal, refleja el aspecto popular del gótico, que toma algunos elementos arcaizantes del románico. Un templo que espera un milagro que le devuelva la fe.

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