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Clausura de las Guerras Cántabras 2018 Lunes, 03 Septiembre 2018 Clausura de las Guerras Cántabras 2018

La historia se pasea por Los Corrales

Las Guerras Cántabras vuelven desde hoy a su lugar en la historia. Atesorando fuerzas para revivir dentro de un año, de nuevo, en Los Corrales de Buelna. A la espera de ser para entonces Fiesta de Interés Turístico Internacional, uno de los objetivos marcados para la edición que terminó ayer con la conquista de una población ocupada por miles de visitantes rendidos ante tribus y legiones.

Aguerridos cántabros, curtidos romanos, tribus desafiantes, legiones intimidatorias, mujeres ataviadas con sus mejores galas, niños y niñas con ganas de imitar a sus mayores, bandas de música, unas al ritmo de gaitas, otras marcando el paso imperial. Más de 1.500 personas, en definitiva, participando en el Gran Desfile General de Tribus y Legiones de las Guerras Cántabras, una comitiva espectacular que hizo retroceder en el tiempo a los asistentes hasta el siglo I antes de Cristo, en el capítulo final de la décimo octava edición de una celebración que conmemoró su primera década como Fiesta de Interés Turístico Nacional.

Los visitantes abarrotaron desde primera hora de la mañana un pueblo volcado con una fiesta cada año más multitudinaria, disfrutando y participando de los actos del día grande. Desde las 12 del mediodía el peregrinaje de curiosos a Los Corrales de Buelna fue incesante. Para ello se habían preparado cientos de plazas de aparcamiento gratuitas. Ese continuo llegar de personas se notó ya en el Certamen de Pócimas y Brebajes sin alcohol y la Gustatio. Tribus y legiones ofrecieron gratuitamente a todos los visitantes sus bebidas y comidas particulares. Se repartieron en total más de 10.000 muestras de bebida y comida. Y entre pincho y vaso, exhibiciones de grupos de recreación histórica llegados desde distintos puntos de la geografía nacional y vistazo al interior de tiendas romanas y cabañas cántabras, al Templo de Jano, a catapultas y escorpiones, hornos de pan e incluso la arena de un corro de entrenamiento de gladiadores, todo ello como parte de un parque temático que sigue llamando la atención a cuantos repiten visita.

Antes de las seis de la tarde las huestes del ejército de visitantes ocupaba toda la avenida principal. Armados con un sinfín de cámaras, los flashes de profesionales y aficionados reflejaban el interés por no perderse detalle del despliegue de cada una de las 13 tribus y 11 legiones recorriendo la Avenida Cantabria, de norte a sur, para terminar en el campamento festero. Con ellos desfilaron los integrantes de otras fiestas de recreación histórica llegados desde distintas comunidades autónomas y músicos, cántabros y romanos, para marcar el ritmo de una larguísima comitiva.

Y si la guerra la ganaron los romanos, el desfile fue para los cántabros, mucho más vitoreados, más jaleados por el público presente. Aunque también es cierto que la marcha de los romanos llamaba mucho la atención, las formaciones en flecha, la famosa tortuga, el gran César abriendo el desfile conquistador, el sonido de las sandalias chocando con el suelo al unísono de los tambores. Muchos niños se debatían entre sus ganas de ser Corocotta y la espectacularidad de las cotas romanas, el escudo, el gladio, los cascos. La ventaja es que la imaginación, sobre todo la de los más pequeños, está libre de bandos.

Y hubo mucha música. De hecho durante el desfile se pudo escuchar el primer tema musical compuesto para la fiesta de Los Corrales de Buelna, ‘VII Gémina’, de Javier Cabañas, interpretado por la Banda de Nuestra Señora de la Virgen del Mar, dirigida por Noemí Barrera, y la Banda de Cornetas y Tambores del Carmen, del Barrio Pesquero, dirigida por José Ángel Hernández, ambos de Santander.

Sobre las ocho de la noche, con todos, festeros y visitantes, ya en un campamento abarrotado, la fiesta entró en su punto final. La sacerdotisa Drusila y el propio César Augusto protagonizaron el Cierre del Templo de Jano en señal del fin de las hostilidades. Cayo Antistio y Agripa se subieron al escenario del templo para la Proclamación de la Pax y Ley Romana, como símbolo de la victoria del ejército conquistador. Y, conteniendo la respiración, se clausuró el campamento. Las diosas Minerva y Cantabria apagaron el Fuego Sagrado que ha permanecido encendido desde el inicio de la celebración, dando por concluida la décimo octava edición de una Fiesta de Interés Turístico Nacional que este año ha batido todos los records de visitantes. A ello hizo mención el presidente de la Asociación Guerras Cántabras, Óscar del Val, en la despedida, escoltado por todos los representantes de tribus y legiones y su junta directiva, además de los asesores de la fiesta. Agradeció el esfuerzo de todos en una edición que por tener, ha tenido hasta buen tiempo, y no dejó tiempo para el descanso, anunciando que hoy empezará la organización de la próxima edición, mirando de frente a ese objetivo de ser Fiesta de Interés Turístico Internacional y, de reojo, los miles de cupones de la ONCE comprados en Los Corrales de Buelna ante el sorteo que hoy se celebra con el cupón especial dedicado precisamente a las Guerras Cántabras.

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