Vista general de la demolición Miércoles, 04 Julio 2018 Vista general de la demolición

El puente del Matadero ya es historia

El puente del Matadero, en Los Corrales de Buelna, no ha llegado a cumplir 87 años de existencia. Este miércoles sucumbió al trabajo de maquinaria pesada y ante la necesidad de levantar una nueva estructura que de salida al intenso tráfico pesado que soporta el valle a ambos lados del río Besaya, además de suponer la primera piedra de la futura ronda de circunvalación. Primero se retiró el asfalto, después las barandillas y el resto fue picar por ambos lados del puente para que fueran cayendo las plataformas que sustentaban los pilares, los últimos en ser retirados.

La demolición ha puesto en marcha el cronómetro: cinco meses para levantar una pasarela peatonal provisional y construir el nuevo viaducto, una cuenta atrás que terminará el 30 de noviembre, fecha en la que se espera poder abrir ya ese nuevo paso, más amplio, más seguro, más cómodo.

Contrariamente a lo que suele suceder con las obras, la actuación está marcada por fechas concretas: cierre de la carretera, 2 de julio; demolición, 4 de julio; apertura de la pasarela, 20 de julio; nuevo puente, 30 de noviembre. Un plazo de cinco meses para todo que en la Consejería de Obras Públicas y Vivienda esperan que se pueda reducir, como reconoció el propio José María Mazón ante los vecinos del barrio de Penías, mirador excepcional hacia las obras.

Cinco meses también para soñar con un casco urbano de Los Corrales de Buelna más amable. En el Ayuntamiento están convencidos que ese puente y la posterior ronda de circunvalación no solo sacará del centro el tráfico pesado, sino buena parte del tráfico habitual, permitiendo diseñar más calles peatonales, más zonas verdes y de paseo. Así lo ha asegurado el concejal de Obras y Urbanismo, Luis Ignacio Argumosa, defensor a ultranza de la nueva estructura viaria desde hace 20 años, cuando por primera vez el PRC planteó la necesidad de construir una ronda de circunvalación, como recordó esta semana.

Cinco meses para cerrar los trámites que permitirán modernizar otro puente, ahora paso obligado en una de las variantes abiertas para salvar el cierre de la carretera entre Los Corrales de Buelna y San Felices de Buelna, entre la Avenida Quijano y la recta de la Agüera. Un puente, el de San Andrés, con cien años de historia para el que se ha diseñado un proyecto de poco más de 50.000 euros para reforzarlo y ampliarlo.

Lo cierto es que nunca ha soportado tanto trasiego de vehículos como ahora, un tráfico duplicado al menos que se nota en el barrio y en la conocida como M30, muy transitada también por ciclistas y peatones, de ahí el sobre nombre de la Ruta del Colesterol.

Cinco meses para que los estudiosos se pongan de acuerdo sobre el nombre real del puente ya derribado, con la esperanza de que el nuevo siga manteniendo la denominación histórica. Tan histórica que se pierde en el tiempo. ¿Es puente Ranero o Renero? Ha sido Ranero en los últimos años, hasta que los buceos por documentos antiguos han abierto la puerta a las dudas y ahora apuntan a puente Renero. A pesar de que el puente es conocido como del Matadero o Ranero, en todas las actas municipales del siglo XIX hay apenas unas cinco o seis referencias al nombre del puente y en ningún momento se habla de puente Ranero, sino de puente Renero, según un historiador local, José Francisco López Mora. Hasta la Corporación de Los Corrales de Buelna ha debatido sobre ese tema. Un debate que ahora está en la calle.

Ajenos a esas disquisiciones, en la UTE Obrascón Huarte Lain-Cannor Obras y Servicios Cantabria miran el reloj y el calendario. Se hicieron con la obra con un plazo de ejecución de 12 meses y los cambios en el proyecto han reducido a menos de la mitad ese plazo. Incluso el precio fue a la baja. La obra salió por dos millones de euros y se adjudicó en 1,5 millones.

El nuevo puente sustituirá a una estructura que se terminó de construir en agosto de 1931. Se levantará sobre el río Besaya, siguiendo el trazado actual de la carretera autonómica que une Los Corrales con San Felices, una vía que soporta a diario un tráfico intenso, en su mayoría grandes transportes con dirección a las muchas factorías que se levantan a ambos márgenes del río y que dan empleo a más de un millar de trabajadores. Los cálculos hablan de unos 6.000 vehículos por día, de los cuales cerca de un millar son grandes transportes (un 16%). Las aceras que incluye darán seguridad a las muchas personas que a diario pasan caminando o en bicicleta por él, personas que se han estado jugando la vida en los últimos años en un puente que apenas daba para que se cruzaran dos vehículos. Tendrá una longitud real de unos 300 metros, entre los accesos a la planta Nissan Cantabria y la parada de autobús de la recta de la Agüera, que se desplazará hacia el norte. El entorno tendrá una nueva señalización horizontal y vertical y se repondrán los cierres de las parcelas que resulten afectadas por las obras.

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