Talleres Robledo ha dado un paso adelante aprovechando las obras de demolición de una parte de sus instalaciones en el polígono industrial de Barros, anunciando que invertirá más de 300.000 euros en la modernización y mejora de una planta dedicada a la reparación de vehículos desde hace casi medio siglo, garantizando los puestos de trabajo de una plantilla con más de una veintena de trabajadores.

La Justicia había sentenciado recientemente el derribo de una parte de esas instalaciones por no guardar las distancias de retranqueo hace más de una década, y en cumplimiento de esa decisión judicial está inmersa ahora la empresa.

Denuncias de un extrabajador

El proceso judicial comenzó por las denuncias planteadas por un antiguo trabajador, José Antonio Alonso. Esta semana, el gerente del grupo Robledo, Luis Fernando Robledo, anunció que ya ha presentado una denuncia ante los juzgados por presunta "extorsión, difamación, acoso, amenazas y coacciones".

El responsable del grupo explicó que su análisis sobre la situación de la planta ha tenido que esperar hasta tener en sus manos la licencia municipal que permite la regularización urbanística de las instalaciones, reconociendo que en su día "se cometió un error con la aquiescencia verbal de las autoridades de entonces". Pero también dejó claro que el 90% de la factoría, las naves principales, "cuentan con todos los permisos de actividad necesarios".

Inversiones

Una vez se ha logrado esa licencia, el grupo ya plantea una inversión de más de 300.000 euros para incorporar nueva maquinaria, modernizar todos los procesos productivos, especialmente el de pintura, nuevos vestuarios y renovar los vehículos de sustitución "con un objetivo principal, garantizar los puestos de trabajo de la plantilla".

Retraso en la ejecución de la sentencia

La dilación en la ejecución de la sentencia se ha debido, según Robledo, a la tardanza del Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna en responder al proyecto de demolición de las instalaciones irregulares. Ese proyecto se presentó el 15 de marzo de 2016 y según el empresario no hubo contestación municipal hasta el 25 de noviembre de ese año, pidiendo unas modificaciones "irrisorias" que ralentizaron más la acción ejecutiva.

En esa espera el Ayuntamiento le presenta un escrito en el que asume la demolición subsidiaria (a costa del ente municipal) y exige la paralización de la actividad, "algo que nos habría llevado al cierre definitivo".

En Talleres Robledo la llegada de ese escrito causó estupor al no entender cómo antes de dar ese paso el Ayuntamiento no había respondido a su proyecto de demolición. Así lo planteó y se le dio la razón. Se concedió a finales de enero la licencia de demolición y en febrero llegó ese permiso a la empresa.

Ahora lo que se ha pedido desde Robledo es que también se retire oficialmente la petición de paralización de la actividad, algo que podría cerrarse la semana que viene.

Denuncia por acoso a su ex trabajador

En cuanto a la denuncia contra su antiguo empleado, apuntó que se han presentado pruebas documentales que demuestran un "acoso permanente". Afirmó que desde que se llegó a un acuerdo con José Antonio Alonso para la rescisión de su contrato de trabajo "hemos recibido sistemáticamente denuncias de todo tipo". Se han dirigido al Seprona o a Inspección de Trabajo "y todas han sido favorables a Talleres Robledo". Incluso se han presentado, dijo, escritos a las aseguradoras "tildándonos de taller clandestino".

Pero lo más grave es que aseguró que el empleado le había pedido 150.000 euros para "dejarme en paz, algo que acreditaremos con testigos".