Las localidades francesa de La Haye Fouassiere y cántabra de Los Corrales de Buelna han renovado sus votos de hermanamiento al cumplirse los 20 años de un acuerdo de unión que se firmó en 1996 en Cantabria y al año siguiente en Francia. Una celebración que ha supuesto un "suplemento vitamínico" para garantizar el futuro de esa unión, según dijo la presidenta del comité español, Luisa María Ingelmo. Más de 60 corraliegos han viajado hasta el país vecino para sellar la unión en un acto que reunió a todos los alcaldes que han dirigido los designios de las dos localidades en esas dos décadas, además de todos los presidentes de los comités de hermanamiento a los dos lados de la frontera. Allí estuvieron la actual alcaldesa, Josefina González, con sus dos predecesores, Mercedes Toribio y José Manuel López, los tres junto a los mandatarios franceses. Con los responsables del comité de hermanamiento galo estuvieron también los presidentes corraliegos, con Luisa María Ingelmo al frente, primera y actual presidenta del comité cántabro.

En los actos oficiales se resaltó el buen estado del hermanamiento tras 20 años de visitas colectivas continuadas por ambas partes (el año que viene le toca a los franceses viajar a Los Corrales de Buelna), intercambios de familias y muchas amistades consolidadas. Incluso la alcaldesa cántabra se atrevió con el francés dando su discurso en ese idioma. Se habló del necesario relevo generacional y de las muchas posibilidades aún por explorar en esa unión internacional.

Unas buenas relaciones que tienen una expresión más comprometida en la vertiente francesa, porque los corraliegos siguen siendo, 20 años después, un poco fríos con respecto a esa unión de poblaciones. Luisa María Ingelmo lo explicaba poniendo como ejemplo las clases de español para niños y adultos, con más de 40 alumnos en Francia y sin éxito en Los Corrales de Buelna. En Los Corrales de Buelna también se ofrecen clases de francés, con una única alumna. Otra diferencia notable es que en Francia el comité de hermanamiento está compuesto por 20 personas, mientras en España cuesta encontrar una junta directiva de cinco componentes. Aun así, hay sitio para la esperanza. Con la celebración del 20 aniversario han vuelto a sumarse familias que habían ido dejando la asociación y se han incorporado jóvenes estudiantes en quienes se confía el futuro del hermanamiento.

De una forma u otra la intención es potenciar las muchas posibilidades que ofrece esa unión precisamente para los estudiantes, facilitando, por ejemplo, la realización de prácticas de formación profesional en el país de acogida, como por otra parte ya se ha hecho con una chica especializada en relojería. Allí la especialidad más recomendada sería la enología, dada la actividad mayoritaria de la comarca. De hecho, en ese pueblo, del tamaño de San Felices de Buelna, llegaron a tener 200 bodegas.

En un fin de semana que aprovechó la jornada no lectiva del lunes también hubo tiempo para las visitas de todo tipo, a castillos medievales, una reserva de aves o una zona de regulación de las crecidas de los ríos, todo ello muy próximo a La Haye.