(En el reproductor, Josefina González habla sobre la Marcha de Authi)

Como hace 40 años, con la misma decisión y empuje con la que defendieron sus puestos de trabajo ayer, unas 250 personas, reivindicaron su lugar en la historia de Los Corrales de Buelna como protagonistas de la Marcha Verde, la manifestación más larga de la historia reciente de España. Fueron 40 kilómetros, desde Los Corrales a Santander, a pie en pleno diciembre y con mucho más frío que el vivido este martes, una protesta tan silenciosa como improvisada, al conocer el cierre de la fábrica Authi, una factoría que empleaba a más de 2.000 personas. Una gesta que sirvió para preservar el valor industrial de un valle metalúrgico por excelencia que sigue siendo referencia mundial en la fabricación de piezas de automoción como las que salieron de la fábrica Authi y hoy se producen en Nissan Cantabria.

A la misma hora que aquel 22 de diciembre de 1975, a las cuatro de la tarde, muchos protagonistas de aquella caminata volvieron al lugar donde todo comenzó para participar en los actos organizados por el Ayuntamiento para la ocasión. Primero una marcha que unió el lugar donde se levantaba aquella factoría, hoy las instalaciones de Nissan Cantabria, con el centro del pueblo, para llegar al Teatro Municipal, donde se pudieron ver varios vídeos sobre aquella lucha sindical. Después se inauguró una exposición retrospectiva, en la galería del mismo edificio, en la que se pueden ver fotografías, recortes de prensa o piezas de las que se fabricaban en Authi para coches tan conocidos como el Mini o el Morris.

De los seis miembros del que entonces era el Jurado de Empresa cuatro estaban en la marcha. Sebastián Carreño recordaba una "decisión inesperada tanto como valiosa" y la labor de los más jóvenes entonces "ayudando a muchas personas, a algunas las acabo de abrazar aquí".

José Manuel González asegura que todo estaba rodeado de una gran carga emotiva, "emociones encontradas desde el primer momento, cuando nos pagaban con la misma carta con la que nos echaban" y reconoce que "ahora lo recuerdo todo aún con más emoción".

Angel Gutiérrez rememora aquel momento desde su posición en el Jurado de Empresa, "un momento en el que tomamos la decisión de salir si una mayoría apoyaba aquella marcha, pero nos vimos en ella todos unidos antes de que tuviéramos que tomar más decisiones". Mariano García no tiene duda, "fue un acto heroico con un comportamiento magnífico que llevó al Gobernador Civil entonces a felicitarnos, y no olvido sus palabras cuando dijo aquello de que 'me gustaría daros el puesto de trabajo que merecéis, pero solo puedo daros buenas palabras', no lo olvido".

Entre los participantes de las dos marcha Polanco Ungidos (Chamaco) no puede dejar de pensar en el frío que pasaron en una tarde noche muy diferente a la de ayer, aquella, hace 40 años, gélida. "Recuerdo a mi familia, repartiendo bocadillos y bebida entre todos, pero cuando llegué yo ya no quedaba".

Eduardo Benajes también estuvo allí. Es un hombre que ha recorrido muchas y largas rutas por España y Europa a pie, pero recuerda que lo pasó mal en aquella manifestación. Fue uno de los que tuvo que parar en Barreda para comprar alpargatas y así continuar hasta llegar a Santander: "lo pasé muy mal con los zapatos que llevaba, pero llegué y recuerdo la llegada a Santander con todo el mundo esperando y aplaudiendo, fue realmente emocionante y nos recompensó del esfuerzo".

Al frente de una amplia representación política, sindical y social, la alcaldesa de Los Corrales de Buelna, Josefina González, puso en su sitio aquella marcha, un mes más tarde del fallecimiento de Francisco Franco y en un proceso histórico muy complicado: "pasaron miedo, pero aquel miedo sirvió para mantener su posición y la del valle y para que precisamente hoy podamos vivir una etapa sin miedos".