Dos trabajadoras de uno de los supermercados Día de Los Corrales de Buelna, María del Mar Rojo y Beatriz Vega, han sido las protagonistas de una de las buenas acciones del pasado fin de semana, devolviendo un paquete con 21.000 euros encontrado en una de las zonas de depósito de un cajero del centro de la localidad.

Como hacen muchas empresas, la recaudación de una jornada se mete en un paquete y se introduce en los cajeros a través de una pequeña puerta con llave que hace caer ese bulto hasta una zona de seguridad. Algo que no sucedió con el envío de un importante centro comercial de Cantabria, ya que el paquete quedó trabado en su camino, obstruyendo el paso a los demás fardos.

Las empleadas del supermercado que fueron a entregar parte de la recaudación de la jornada al abrir ese servicio vieron el paquete, y a la vista de que no podían empujarlo hacia su destino final lo recogieron y entregaron inmediatamente a la Policía Local, que ayer martes lo ha devuelto al empresario, un vecino de Los Corrales de Buelna más sorprendido que otra cosa, ya que pensaba que su paquete estaba a buen recaudo en el banco. Tras recibir la noticia y el dinero agradeció la generosidad de las empleadas del supermercado con la entrega de una generosa cesta adelantada a la Navidad.

No hubo lugar a la tentación, aseguran María del Mar y Beatriz, pero si a los nervios tras comprobar el contenido del paquete.

Una historia singular

María del Mar recuerda que al abrir el cajetín del cajero ya notó que había un paquete. No era la primera vez, así que "como he hecho otras veces empuje para que terminara cayendo a la caja de seguridad". Pero nada. Había cierta prisa porque ella y su compañera llevaban la recaudación y no tenían muchas ganas de alargar su estancia. Empujó de nuevo y al comprobar que no caía llamó a Beatriz, que estaba de vigía para que nada pasara con el paquete que ellas portaban.

Beatriz también comprobó que no caía el bulto y tiró de él hacia fuera. Lo sacó, abrió y comprobó de qué empresa era, una de fuera de Los Corrales de Buelna. "No podíamos hacer nada así que decidí llamar a la Policía Local", decía. Dicho y hecho, llamaron a la Policía y la pareja de guardia se presentó en el lugar, en una entidad bancaria de la Avenida Cantabria de Los Corrales.

Al llegar los agentes Beatriz les explicó los detalles de un paquete que contenía 21.000 euros, "algo que hacemos todos, ponemos la cantidad total del paquete en una hoja anexa". María del Mar estaba "muy nerviosa, no sabía qué hacer en una situación así". "¿Tentación?, ni te lo planteas", coincidían las dos.

La Policía Local llegó al lugar, les tomó los datos y se quedó con el paquete, con la promesa de devolverle el martes por la mañana, primer día hábil tras el largo fin de semana.

En ese momento hubo un ligero atisbo de duda por si habían actuado correctamente, pero les duró poco, convencidas de que "habíamos hecho lo que teníamos que hacer".

"Alguna vez nos hemos encontrado algún paquete incrustado pero lo hemos empujado y ha caído, no hemos tenido nunca más contratiempos", decía María del Mar. "Lo cierto es que tan abultado tampoco lo solemos ver", apuntaba con ironía Beatriz.

Las dos han vuelto el martes a su trabajo y solo han coincidido en el cambio de turno, a las dos y media de la tarde, entre comentarios generales de sus compañeras de trabajo. "El hombre nos ha dado un millón de besos de agradecimiento y nos ha dejado un gran paquete para cada una". Tanto es así que hasta que no lo abrieron, sus compañeras no descansaron. Una buena anécdota para comentar durante toda la semana.